El Ministerio de Educación estableció como plazo máximo el primero de agosto del año en curso para que los maestros e instituciones educativas volvieran a clases presenciales. Según la cartera, el Gobierno nacional expidió los lineamientos para el retorno gradual, razón por la que ya no hay más excusas para que los estudiantes no vuelvan a los colegios.

De acuerdo con la ministra, María Victoria Ángulo “durante los últimos días hemos compartido junto a miles de estudiantes, docentes, directivos y padres de familia la alegría de retornar a las aulas, de reencontrarnos en los colegios y de promover una educación que luego de retornar se concentre en cerrar las brechas de aprendizaje”. 

Sin embargo, ese mismo entusiasmo del regreso a las aulas no ha sido compartido en todos los sectores, como sucedió en el Valle del Cauca donde Eufemia Mosquera Rivas, presidenta del Sindicato Único de Trabajadores de la Educación del Valle (Sutev), instauró y ganó una tutela en la que argumenta que no hay condiciones de bioseguridad en los colegios para evitar contagios de Covid-19.

Agregó que en el momento en que se llama a la presencialidad había un alto nivel de contagio y 90% de ocupación en las camas UCI del departamento. “Viendo la compleja situación del Valle del Cauca defendemos el derecho a la salud y la vida de los estudiantes”, aseguró.

Ella resalta que las instituciones educativas del Valle no garantizan el distanciamiento físico entre los estudiantes para que existan las condiciones mínimas de higiene, y además que no todos los padres de familia aprueban el regreso presencial.

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En contraste, María Isabel Ulloa, Directora de ProPacífico, dijo cuestionó la decisión porque “no se tuvo en cuenta la afectación que sufren los niños”.

“Esto nos desconsuela. No se entiende cómo a través de una medida cautelar, los niños ni siquiera son unos personajes secundarios, sino inexistentes. Los derechos de los niños no están siendo tenidos en cuenta en estas situaciones”, aseguró la dirigente.

Y entregó las siguientes cifras: “la matricula oficial de Cali es de 160.000 estudiantes y cuando se estaba en alternancia estaba solo en 15.000. Es absolutamente deficiente porque lo que necesitamos es que todos los niños estén asistiendo en clase”.

También descalificó lo dicho por la dirigente sindical sobre las condiciones de los colegios al advertir que “es entendible que algunas escuelas no tengan infraestructura para atender la pandemia, lo que es claro es que hay otras que si lo tienen. Hay muchos colegios que sí están preparados”, dijo.

La polémica, entonces, por el regreso a clases presenciales continúa generando roces como ha sucedido en los últimos días en Barrancabermeja, Bucaramanga y Medellín.