Ante la difícil situación que está viviendo el sector arrocero del país, por las plagas que hoy infestan esos cultivos, ocasionando pérdidas hasta de dos millones de pesos por hectárea, cabe la pregunta ¿por qué se está dando esta situación?

Por un lado, el senador del Polo Democrático Jorge Enrique Robledo manifestó que “es una consecuencia directa de la apertura económica, que desde el año 1990 marchitó al ICA y desmontó la investigación científica y tecnológica”.

El senador del Polo denunció en especial el daño que provocan las tractomulas petroleras en las vías secundarias del Meta y Casanare, encerrando en un cuello de botella la producción arrocera, sin que el Gobierno las regule. "¿Las trasnacionales pueden hacer en Colombia lo que se les da la gana?", preguntó.

Robledo agregó que la apertura económica también eliminó la rotación de los cultivos, una barrera natural al aumento de las plagas, y echó atrás la asistencia técnica, los precios de sustentación y el crédito oportuno y barato.

"Si hacer agricultura siempre ha sido en Colombia una tarea fatigosa, en los últimos veinte años se ha convertido en un viacrucis y en una lucha permanente del agroempresariado contra cada medida del Gobierno", manifestó el congresista.

Otra de las denuncias de Robledo se relaciona con el constante contrabando de arroz bajo la mirada alcahueta de las autoridades, lo cual considera "un mal presagio de lo que les sucederá a los cultivadores cuando el TLC entre en vigencia".

De otro lado, la senadora Maritza Martínez del partido de La U, manifestó que el vaneamiento de la espiga es generado por el cambio climático, porque "hay componentes importantes en estos cultivos que podrían ser generados por la radiación solar".

Por su parte, el senador y el presidente de la Comisión Quinta, Manuel Guillermo Mora expresó su preocupación por los bajos precios en la producción del arroz, sumado a las enfermedades fitosanitarias que presentan gran parte de los cultivos, los cuales tienen al gremio ad portas de una crisis.

Además, afirmó que en Colombia hay 500 mil familias que viven de la cosecha arrocera, pero que hoy tienen dificultades debido a las múltiples enfermedades que están afectando la producción del país.