2016, última oportunidad | El Nuevo Siglo
Sábado, 12 de Marzo de 2016

El arranque de las sesiones ordinarias del Congreso, la semana entrante, apunta a ser muy movido, no sólo por la gran cantidad de debates de control político que está agendada, sino porque varias bancadas han anunciado que tienen listos varios proyectos de ley y actos legislativos, todos de origen parlamentario, que presentarán en las próximas semanas. Se coincide entre los diferentes partidos en que este 2016 es clave para sacar adelante esas iniciativas, toda vez que ya en marzo de 2017 la precampaña presidencial estará en pleno ritmo y el Congreso tendrá menos protagonismo debido a que la coalición gubernamental estará muy debilitada y jugando cada cual su propia estrategia política y electoral.

 

Cuestión de imagen

Un exmagistrado de la Corte Suprema interrogado por un periodista de EL NUEVO SIGLO respecto a cuál fue el motivo que llevó a ese alto tribunal a elegir, por fin, a los titulares de las seis vacantes  que tenía -algunas desde hace un año y medio- e incluso también a designar ya el reemplazo de un magistrado que termina período a finales de marzo, respondió que al interior de la máxima corporación jurisdiccional hubo voces que advirtieron que se estaba quedando ante la opinión pública peor que la misma Corte Constitucional, envuelta desde el año pasado en el escándalo Pretelt, que involucra desde sobornos,  grabaciones ilegales y procesos penales en la Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara de Representantes y la Fiscalía.

 

¿Paso al costado?

En todos los escenarios que hacen los gabinetólogos por estos días se da como un hecho que la titular de Cultura, Mariana Garcés Córdoba, dejará su cargo luego de casi seis años, pues viene con el presidente Santos desde el día cero de su primer mandato. En el Valle están en alerta por esos rumores porque hacía muchos años que ese departamento no tenía una cuota regional tan fija en el gabinete. Su reemplazo sería, de acuerdo con los corrillos políticos, también una mujer, pero muy posiblemente de la costa Caribe.

 

¿Santo descanso?

Un dirigente gremial, según altas fuentes gubernamentales, habría recomendado que se evalúe la posibilidad de que tanto en los despachos públicos como en  el sector privado se busquen fórmulas para que durante los dos días hábiles la Semana Santa, es decir martes y miércoles, no se labore, a menos que sea esencial. Ello con el fin  de ahorrar energía en medio de la inminencia de un racionamiento. Ya varias entidades del orden nacional, departamental y municipal, tanto públicas como privadas, han consultado a sus empleados sobre esta eventualidad y si se llega a un acuerdo sobre mecanismos de compensación laboral o incluso descuentos de esos días contra los periodos vacacionales ordinarios, la idea se podría masificar.