El debate sobre los hechos que rodearon la campaña presidencial fue, sin duda alguna, el bautizo de fuego de la bancada uribista en la plenaria del Senado. Un periodista de EL NUEVO SIGLO habló ayer con una muy alta fuente uribista sobre las conclusiones de ese debate y dio tres elementos como los principales. “… Primero, fue claro que la Unidad Nacional se nos vino encima y que tenían armada la estrategia para tratar de replicar nuestras acusaciones sobre voto obligado y manejo político de la pauta estatal. Segundo, el tema del hacker salió esta semana como una clara cortina de humo estratégica para quitarles piso y eco político a nuestras denuncias, no fue ninguna casualidad que Sepúlveda hablara este fin de semana y no antes… Y tres, como diría Pekerman, fue un primer buen ejercicio pero hay algunas cosas que mejorar, sobre todo en el contraataque”. Vea pues.

La otra orilla 

La visión de la coalición santista sobre los resultados del debate es muy distinta. Varios de los senadores de la Unidad Nacional consideran que el uribismo fue ingenuo al plantear el tema de los votos que presuntamente le pusieron las Farc a Santos en zonas de su influencia, sin antes revisar que Zuluaga fue quien, finalmente, sacó más apoyos en esos municipios azotados por la violencia guerrillera. “… La réplica era muy fácil de predecir y aún así hicieron la denuncia y dieron papaya”, precisó un senador conservador. También se considera entre las huestes gobiernistas en el Congreso que el tema del hacker Sepúlveda es un “piano” del que el uribismo no se va a poder librar en mucho tiempo y menos ahora que se acelera la judicialización del caso.

Modelo bajo la lupa

Mientras que en Colombia hay polarización en torno del modelo del proceso de paz que se está aplicando con las Farc, en varias de las principales universidades de Estados Unidos y Europa el esquema que se está utilizando en nuestro país es objeto de profundos análisis e incluso se han creado escenarios hipotéticos para adecuarlo a otras naciones con conflictos armados internos. Temas gruesos como negociar en el exterior, sin cese el fuego previo, con agenda pre-definida, con una mesa cerrada y aislada así como un esquema paralelo de reparación a las víctimas, podría dar lugar a un nuevo método funcional dentro de la gama que recomiendan los tratadistas en resolución de conflictos.

Por aparte 

Entre los sindicatos crece la preocupación respecto de que la discusión sobre la promesa del presidente Santos en la campaña reeleccionista de revivir recargos nocturnos y horas extras, se termine atravesando en las negociaciones sobre el aumento salarial para 2015. “… En el fondo a los trabajadores no nos conviene que se una esa discusión en la Mesa de Concertación Salarial que debe instalarse ahora en octubre, porque los empresarios pueden limitar el aumento salarial bajo la excusa de que hay que medir el impacto de devolver a los trabajadores los recargos y horas extras…”, precisó un alto dirigente de una central obrera, que pidió la reserva de su nombre. Difícil tema para el exsindicalista y ahora ministro de Trabajo, Luis Eduardo Garzón.