En los medios de prensa estadounidenses y los llamados “Think tank”, centros de pensamiento político muy reputados en los círculos de poder norteamericanos, ya hay eco de las implicaciones de visitas en las últimas semanas a Latinoamérica del presidente de Rusia, Vladimir Putin, el primer ministro japonés Shinzo Abe y el premier chino Xi Jinping. Varios análisis en Washington sostienen que la administración Obama debe emprender una ofensiva política y diplomática en la región, porque es claro que esas tres potencias están pisando duro en el llamado “patio trasero” de la Casa Blanca.
Movidas de E.U.
Precisamente la semana pasada el presidente Obama se reunió en la Casa Blanca con los mandatarios de El Salvador, Guatemala y Honduras, teniendo como tema central las relaciones de Washington con Centroamérica y el drama de los miles de niños migrantes que llegan a la frontera sur estadounidense. Es más, los mandatarios pidieron una especie de “Plan Colombia” para la región. En cuanto a Suramérica, la última gira de peso estuvo a cargo apenas semanas atrás del propio vicepresidente Joseph Biden, que estuvo en varios países como Brasil y Colombia.
Superpoderosos (I)
La controversia en torno de si el fiscalEduardo Montealegre se ha convertido en uno de los funcionarios más poderosos del país, superando la órbita del ente acusador y con influencia en nombramientos en las altas Cortes e incluso condicionando hasta el propio proceso de paz, trajo a colación que no es la primera vez que en Colombia se habla de altos cargos que concentran tal cantidad de poder que desde distintos sectores se empieza a hablar de la necesidad de ‘frenarlos’. Por lo menos así lo indicó un exmagistrado que hizo un recuento de lo que ha pasado en este aspecto en los últimos años.
Superpoderosos (II)
“… Mire, en el gobierno Uribe la tesis oficialista era que la Corte Suprema de Justicia, que había procesado y encarcelado a varias decenas de congresistas, se había convertido en una supercorte que debía ser frenada y por eso se habló de crear otro alto tribunal para juzgar aforados e incluso reformar el sistema de juzgamiento de parlamentarios… Luego el turno fue para el propio presidente Uribe, cuando con su tesis de ‘estado de opinión’ asustó a muchos sectores y allí nació todo un movimiento para atajar la posibilidad de un tercer mandato suyo”, recordó el exmagistrado de la Corte Constitucional, que habló bajo la condición del anonimato.
Superpoderosos (III)
Agregó la misma fuente que “… ya en el gobierno Santos, el turno fue para el procurador Alejandro Ordóñez, por casos como las sanciones a exministros de Uribe, sus posiciones sobre el aborto y las uniones homosexuales y hasta la destitución de Petro. ¿Qué pasó? De inmediato se empezó a hablar de recortarle las facultades al Ministerio Público… Hace apenas unas semanas, tras varias sentencias ejemplarizantes del Consejo de Estado, también se alcanzó a decir que se estaba convirtiendo en supercorte y había que reformarla… Y ahora el turno es para el Fiscal General… Como se ve, esto ya es cíclico en Colombia y en pocos meses se estará hablando de otra entidad o funcionario superpoderoso al que hay que recortarle las alas”. Sin comentarios.