Caso Maduro

En los pasillos de la Casa de Nariño existía ayer preocupación por el rumbo que pueda tener el agrio cruce de acusaciones y señalamientos entre el presidente venezolano Nicolás Maduro y el exmandatario Álvaro Uribe. Entre los puntos de alerta estaba, por ejemplo, qué pasaría en caso de que Uribe decidiera interponer una denuncia penal contra Maduro en la Fiscalía colombiana sindicándolo, por ejemplo, de incurrir en delitos como calumnia agravada. Esa posibilidad era analizada ayer por varios de los alfiles uribistas, aunque no todos estaban convencidos de su eficacia y la mayoría prefería la propuesta del propio Uribe de acudir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA, para pedir medidas cautelares de protección frente a las acusaciones de Maduro.

¿Denuncia penal?

En la hipótesis de que Uribe interpusiera directamente la denuncia o de que, como lo piden sus voceros, el procurador Alejandro Ordóñez pida a la Fiscalía que se inicien las pesquisas al respecto -dada la gravedad de los señalamientos, que incluyen hasta intentos de homicidio-, entonces sí se  podría complicar la posibilidad de que Maduro pudiera venir de visita oficial a Colombia, puesto que al existir una averiguación penal en su contra, tendría que comparecer ante la Fiscalía o incluso ser “conducido” a un despacho judicial para que cumpla con tal diligencia.

Caso Santos

Sin embargo, ese riesgo no necesariamente se podría concretar, y el mejor ejemplo de ello es lo que pasó con el presidente Santos al comienzo de su gobierno, puesto que la posibilidad de ir en visita de Estado a Ecuador se ponía en duda debido al proceso penal que existía en su contra en el vecino país por cuenta de la operación militar colombiana en la margen fronteriza de ese país realizada en marzo de 2008 y en la que fue abatido el cabecilla de las Farc, alias Raúl Reyes. Cuando Santos resultó electo en junio de 2010, el propio presidente Correa decía que “lástima… mientras exista la orden de captura (a Santos) y el expediente este abierto, no lo podrá hacer (venir a Ecuador en visita presidencial)…”.

El responsable

No se puede olvidar que Santos, tanto como Ministro de Defensa de Uribe, como presidente electo y luego ya en ejercicio, siempre ha insistido en que fue el responsable directo de esa operación. "…Todos pueden estar absolutamente tranquilos, primero me voy yo a la cárcel que ellos", dijo Santos cuando se conoció la ratificación de la orden de captura emitida por un juez provincial de Sucumbíos, que no sólo afectaba al Jefe de Estado colombiano sino a la cúpula militar y policial de nuestro país en 2008.

Inmunidad

Sin embargo, cuando las relaciones entre Correa y Santos empezaron a distensionarse aún más y ambos gobiernos decidieron dejar atrás el rompimiento político por el caso Reyes, entonces fue el gobierno ecuatoriano el que empezó a buscar alternativas para viabilizar una visita de Santos. Para ello fue clave que en junio de 2011 la Corte de Justicia de Sucumbíos sobreseyó temporalmente el proceso judicial contra el Presidente colombiano dada la inmunidad que le proporciona el cargo -de acuerdo con protocolos internacionales- pero mantuvo vivo el proceso contra seis altos mandos castrenses y policiales de nuestro país. Al final de cuentas, Santos visitó Ecuador en diciembre de 2011 y nada le pasó. ¿Lo mismo podría aplicarse en el caso Maduro?