Cautela azul | El Nuevo Siglo
Martes, 14 de Julio de 2015

En el Partido Conservador ya hay voces que consideran que la colectividad debe supervigilar el proceso que se lleva contra el procurador Alejandro Ordóñez en el Consejo de Estado, toda vez que se nota en algunos sectores de los partidos de la coalición de Unidad Nacional (La U, liberales y Cambio Radical) cierto “afán” porque se acelere el pleito contra la reelección del jefe del Ministerio Público que cursa en el máximo tribunal de lo contencioso-administrativo. Según le dijo un senador conservador a un periodista de EL NUEVO SIGLO “… hay muchos afanes en la coalición alrededor del proceso al Procurador… Algunos dicen que es por la posición crítica de Ordóñez contra el proceso, pero yo veo cierto afán por saber si el cargo quedará vacante y cómo maniobrar para que quede en cabeza de la coalición, de la cual no hacen parte los conservadores”. Vea pues.

Activo en La Habana

Y para seguir con el caso del Procurador, que la semana pasada dijo que había una especie de acuerdo perverso entre Gobierno y Farc para sacarlo del cargo, señalamiento que tanto el Consejo de Estado como el Ministro de Justicia rechazaron, un experto que hizo parte en el pasado de otros procesos de paz con la guerrilla dijo que “… lo peor que le podía pasar al Gobierno era, precisamente, que Ordóñez saliera del cargo, toda vez que tanto él como el expresidente Uribe como otros sectores de militares retirados son un activo para que el equipo de Santos puedan negociar de forma más equilibrada y fuerte en La Habana… Me imagino a los negociadores del Gobierno diciéndole a las Farc en Cuba: si cedemos esto aquí, en Colombia el uribismo y el Procurador nos crucifican y voltean a la gente contra el proceso, entonces no podemos…”. Vea pues.

Una cosa y otra

¿Están distanciándose el Procurador y el uribismo? Esa fue la pregunta que se le formuló la semana pasada a un alto dirigente de las toldas del expresidente y jefe del Centro Democrático. La respuesta “diplomática” fue que Uribe y Ordóñez tienen coincidencias en sus reservas frente al proceso de paz y eso los pone en la misma orilla. Pero la respuesta “política”, según la fuente consultada, es que ya hay voces en el uribismo que consideran que este partido no se puede convertir en el escudero principal de un Procurador que podría, en menos de dos años, ser uno de los principales rivales en la búsqueda de la Casa de Nariño.

Lupa encima

Para cerrar con este tema, un exmagistrado del Consejo de Estado sostuvo que era claro que la salida de varios magistrados, por tiempo cumplido, que se puede decir eran de la “línea” del Procurador, así como las vacantes hoy en el alto tribunal y la ‘ruleta rusa’ en que se convirtió la escogencia de los conjueces, podrían jugar contra Ordóñez, pero de allí a inclinar la balanza hacia un fallo adverso al acto de su reelección y determinar por esa vía su salida del cargo, hay mucho trecho. Indicó que hay jurisprudencia del contencioso-administrativo que es “favorable” a la permanencia de Ordóñez. A lo que se suma que todos los juristas que participen de la decisión en este caso saben que el país tendrá la lupa encima para verificar si en el fallo definitivo hubo algún tipo de subjetividad política a favor o en contra.