Un senador de La U consultado por un periodista  de EL NUEVO SIGLO respecto a cuáles deberían ser las prioridades en este nuevo tramo de la legislatura, respondió que además de los proyectos relacionados con la paz y la economía, por fin debería salir adelante y ser aprobado el proyecto de reforma del Código de Policía, pues no tendría lógica que se esté pensando en una reingeniería a esa institución pero que las normas de convivencia se debe aplicar para mantener el orden público y la tranquilidad ciudadana no se modernicen.  “… Hay normas en el Código de Policía que son más viejas que mi persona”, dijo un senador, pidiendo la omisión de su nombre para que no lo saboteen sus colegas por los “abriles” que tiene encima.

 

Más bombo al agro

 

En el Ministerio de Agricultura hay varias voces que sostienen que al Gobierno le está faltando hacerle “más el bombo” a la forma en el que el agro se ha venido convirtiendo en el principal motor del crecimiento de la economía, no sólo porque está subiendo a un ritmo cercano al 4 por ciento, superior al promedio nacional del PIB de 3,1% para 2015, sino porque los dos sectores que lo superan, el financiero y el de comercio, restaurantes y hoteles, no tienen la intensidad en materia de ingresos dinámicos y mano de obra que sí el rubro agrícola. 

 

¿Bloques judiciales? 

 

Varios conocedores  de los intríngulis de los altos tribunales judiciales sostienen que tras el llenado de los escaños vacantes en la Corte Suprema de Justicia, no hay ningún bloque claramente mayoritario a favor o en contra del proceso de paz. Este elemento, según todos los corrillos judiciales, habría sido una de las circunstancias que dilató durante muchos meses la elección de los juristas y que llevó a que el alto tribunal se mantuviera con apenas 17 titulares por mucho tiempo. Un exmagistrado auxiliar le dijo a un periodista de este Diario que en los pasillos del alto tribunal se dice que las cargas quedaron equilibradas, aunque personalmente creía que eso de los “bloques favorables o desfavorables” a temas como los de paz, o el pulso entre santistas y uribistas, era más un invento mediático que un hecho real y palpable en el día a día de la Corte y los fallos puntuales y taxativos que allí se dictan. 

 

¿Reemplazo del glifosato?

 

Tras el aumento en la extensión de los cultivos ilícitos, el uribismo citará un debate de control político con la que la intención de dejar claro que sí hubo una afectación de la lucha antidroga por la prohibición del uso del glifosato en las aspersiones aéreas contra estos sembradíos ilegales. Se citará a los ministros de Justicia y Defensa así como al comandante de la Policía Antinarcóticos, a quienes les indagarán, además, por los estudios que se habían anunciado en octubre pasado para seleccionar un nuevo químico y  continuar con las fumigaciones. También se prepara un análisis comparativo para demostrar que muchas de las zonas en donde aumentaron  los narcocultivos coinciden con las regiones en donde las Fuerzas Militares, por efecto de la suspensión de bombardeos y otras acciones ofensivas contra esa guerrilla, disminuyeron sus operativos antidroga.