El arranque del noveno mes del año marca el inicio de la cuenta regresiva para varios temas políticos. En primer lugar, sólo restan tres meses y medio para que el Congreso pueda aprobar, en primera vuelta, el proyecto de reforma política que presentará en pocos días el Gobierno y que va dirigido a un ajuste de fondo al sistema de pesos y contrapesos institucionales y el reequilibrio de poderes. Si bien ya la iniciativa se discutió y ambientó con los distintos partidos políticos, no ha ocurrido lo mismo con los presidentes de las altas Cortes. Le corresponderá en estas dos semanas llevar a cabo esa misión al ministro de Justicia, Yesid Reyes, en lo que asoma como un debut muy movido para el sucesor de Gómez Méndez, que ya había hecho un trabajo previo con los magistrados en esa dirección.

Remember moción 

La reforma a la moción de censura será uno de los temas que varios congresistas tratarán de introducir en el articulado del proyecto de reforma política que presentará el Gobierno. Se sabe que la idea es hacer más expedito el mecanismo, que desde que se instauró en la Carta del 91 no ha podido ser aplicado una sola vez para forzar a un ministro a salir del cargo. Paradójicamente un senador recordó que Néstor Humberto Martínez, designado ministro de la Presidencia, y quien estará el frente de la defensa política del proyecto de reforma para el equilibrio de poderes, estuvo, cuando fue ministro de Gobierno del mandato Pastrana, a punto de ser el primer integrante del gabinete con una moción de censura votada en su contra. Sin embargo, renunció antes del respectivo debate y se salvó de exponerse a esa sanción política.

¿Reforma vía tutela? 

Se supone, de acuerdo con la agenda del Consejo de Estado, que en los próximos días se decidirá, por fin, la suerte del decreto que expidió el Gobierno en junio de 2012 para llamar a sesiones extras al Congreso y hundir la reforma judicial que se vició por la cantidad de micos que le habían colgado en la instancia final de conciliación. Como se sabe, el bloque que es partidario de considerar que ese decreto debe caerse por vicios de forma está a un voto de lograr la mayoría. Si bien no se resucitaría de inmediato la reforma a la justicia, pues nunca fue promulgada y por lo tanto no cobró vigencia, sí hay en el Congreso opiniones que sostienen que sólo bastaría una sola acción de tutela que se le instaure al presidente del Senado, José David Name, para forzarlo a perfeccionar el proceso del trámite de la controvertida iniciativa, dándole vida. ¿Será?

Más tacto 

Hay congresistas de la coalición de Unidad Nacional que consideran que episodios como la controversia por un posible cambio en el esquema de seguridad del expresidente Andrés Pastrana (que al final no se concretó) o la solicitud al expresidente Álvaro Uribe para que desocupe el apartamento en donde vive en el Centro de Altos Estudios de la Policía en Bogotá, son “papayazos” gratuitos que está dando el Gobierno y que lo único que hacen es darle piso a las tesis de la oposición en torno de que está siendo perseguida. Por lo mismo han pedido al Gobierno mayor tacto y diplomacia para tramitar casos como los mencionados, por más razón que asista a las autoridades.