Cuatro conclusiones | El Nuevo Siglo
Viernes, 27 de Junio de 2014

Consultas realizadas por EL NUEVO SIGLO entre los congresistas de las distintas bancadas que se han reunido con el presidente Santos en las últimas dos semanas, tras el triunfo en la segunda vuelta presidencial, permiten establecer que hay cuatro elementos que han salido, a manera de conclusión, de esos encuentros en la Casa de Nariño. En primer lugar, que el Gobierno considera que hay un nuevo mapa político que se configuró tras el resultado de las urnas y que ese escenario será determinante no sólo para armar la coalición parlamentaria oficialista sino para la distribución de las cuotas de poder y representación a las colectividades que respaldan al Ejecutivo. En otras palabras, que la decisión prioritaria será gobernar con quienes se jugaron por la reelección.

 

El gabinete

Un segundo aspecto que dejan las reuniones de los congresistas y líderes de partido con el reelecto mandatario es que no hay fecha fatal alguna para la recomposición del gabinete, en el cual (según varios parlamentarios) ya está claro que habrá algunos titulares de cartera que serán ratificados. En este mismo capítulo, a no pocos de los senadores y representantes a la Cámara les quedó claro que Santos aumentará el número de ministros “propios”, es decir, cuyo nombramiento no responderá a origen partidista alguno. Es allí en donde varios integrantes del sanedrín presidencial ya están listos para ocupar escaños ministeriales.

 

Peso específico  

La tercera gran conclusión que dejan los conclaves políticos en la Casa de Nariño  se refiere a que el Gobierno sabe que el uribismo será un duro obstáculo político y mediático para la agenda legislativa, por más que las mayorías parlamentarias sean oficialistas. Bajo esa tesis quedó claro el mensaje de que los voceros de las bancadas deberán tener el suficiente peso específico y bagaje para no amilanarse ante las seguras andanadas del expresidente Uribe y sus casi 40 senadores y representantes. Y de parte de los congresistas también quedó obvia la petición de que los ministros que se designen tengan la experiencia y roce político para hacerle frente a  la beligerante bancada uribista, que desde ya planteó no menos de cinco debates de control político de alto calibre a temas como la paz.

 

Sin intervención

El último aspecto que fue coincidente en las reuniones palaciegas se refiere a que Santos considera que debe acelerarse el ritmo de gestión del Gobierno en varios flancos, en tanto que el Congreso deberá utilizar la primera legislatura para sacar avante varios proyectos clave, especialmente aquellos dirigidos a cumplir promesas muy puntuales hechas en campaña. Si bien en esas discusiones salió el tema de la elección de las mesas directivas de Senado y Cámara, el Jefe de Estado ratificó que ese tema lo deberían decidir unilateralmente los partidos de la coalición. “… Santos dejó claro que en temas internos de los partidos no se metería y que lo único que esperaba era que primara el consenso, el cumplimiento de los acuerdos y el fortalecimiento de la coalición”, precisó uno de los senadores que se reunió con el Jefe de Estado.