“Ideas” políticas | El Nuevo Siglo
Miércoles, 15 de Julio de 2015

En los corrillos políticos de la capital del país las especulaciones sobre el rumbo de la campaña para la Alcaldía están a la orden del día. Por ejemplo, en las toldas del liberalismo hay quienes siguen considerando que la mejor opción para su candidato Rafael Pardo es que Enrique Peñalosa dé un paso al costado, y para ello sostienen que se podría abocar una especie de fórmula copiada del modelo de la Casa de Nariño. Es decir, que Pardo y Peñalosa hicieran una especie de acuerdo, en el que el primero se quedaría como candidato a la Alcaldía y Peñalosa se retiraría para apoyarlo. Bajo la tesis de que esa fórmula aseguraría el triunfo, a Peñalosa, al igual que el presidente Santos hizo con el vicepresidente Germán Vargas Lleras, se le daría toda la política de infraestructura de transporte y desarrollo urbanístico, sin duda su flanco más fuerte. ¿Será posible un acuerdo de esa índole?

“Dos países”

Ya están empezando a regresar a la capital del país buena parte de los parlamentarios que se habían ido de vacaciones o se concentraron en sus respectivas regiones para apoyar a sus candidatos para las elecciones de octubre. Un periodista de EL NUEVO SIGLO se encontró con un reconocido senador en el aeropuerto Eldorado. Al preguntársele sobre cómo veía el panorama político y electoral en su región, no dudó en advertir que “definitivamente” en Colombia hay dos países, el que se mira y percibe desde Bogotá y el que se palpa desde los departamentos y zonas de provincia. “… Hay temas que en Bogotá trasnochan y uno cree que la opinión pública está metida de fondo, pero uno habla con la gente en los municipios y no es que no sepan, sino que simplemente no les parecen importantes”, dijo el congresista, que pidió la reserva de su nombre.

Frases y ceses

La frase del alto comisionado de Paz, Sergio Jaramillo, en torno de que “no queremos un cese el fuego prematuro y chambón”, hizo recordar otras premisas de quienes en el pasado ocuparon ese mismo cargo y se pronunciaron sobre el tema. Por ejemplo, Camilo Gómez, en el gobierno Pastrana, solía reiterar que “no vamos a aceptar un cese el fuego que se rompa con el disparo de un borracho”. Su antecesor en el mismo mandato presidencial, Víctor G. Ricardo, precisaba por allá en el año 2000 que “… en más de una ocasión se han dado ceses al fuego bilateral o unilaterales que en vez de generar esperanzas han creado más frustraciones”. Daniel García-Peña, comisionado de paz en el mandato Samper, también dijo en su momento que “un cese al fuego mal pactado sin elementos técnicos como verificación, sin tiempo y sin propósitos claros puede terminar siendo peor que si no hubiéramos hecho nada”.

¿Inquisición política?

 “Nos piden que entremos a convertirnos en una especie de inquisición política y electoral”. Esa fue la respuesta que un congresista de La U le dio a un periodista cuando le preguntó sobre qué pensaba en torno de los avales a candidatos a alcaldías y gobernaciones que no sólo esa colectividad, sino muchas otras, han dado a personas que tienen familiares que han sido condenados por parapolítica, peculado, corrupción o se han visto envueltas en escándalos de marca mayor. “… No vamos a instaurar en Colombia el delito de sospecha política”, precisó. Vea pues.