No cayó bien | El Nuevo Siglo
Jueves, 13 de Junio de 2013

Más allá de que la Comisión II del Senado haya aprobado el ascenso del general Francisco Patiño, decisión que ahora deberá ser confirmada por la plenaria de la misma corporación, no cayó nada bien entre los altos oficiales retirados  todo el accidentado  debate que rodeó este proceso, debido al caso del joven grafitero muerto por un uniformado en medio de confusos hechos años atrás. No hay que olvidar que le tocó al propio fiscal general Eduardo Montealegre ir al Congreso para hablar sobre el caso.

 

‘Guerra jurídica’

 

Para algunos generales retirados lo que ocurrió con los múltiples peros el ascenso de Patiño fue injusto, pues el alto oficial no sólo tiene una trayectoria y hoja de servicios muy destacada (y no presenta investigación formal por el caso del grafitero), sino que todo el proceso se prestó para que los enemigos de la Fuerza Pública vean un nuevo flanco para atacarla. “… Aunque en este caso no se presentó esa situación es obvio que los estamentos oscuros que están detrás de la guerra jurídica contra la Fuerza Pública ahora buscarán infiltrarse en los escenarios legislativos para bloquear las carreras de los generales que más han golpeado a los grupos terroristas”, dijo un general (r.), que pidió la reserva de su nombre.

 

El antecedente

 

Lo cierto es que a la par de toda la polémica que se registró alrededor del caso del general Patiño, todo el lío con el tema de los ascensos militares está directamente relacionado con lo que pasó con el extraditado y hoy preso en Estados Unidos, general (r.) Mauricio Santoyo, exjefe de seguridad presidencial en el gobierno Uribe y quien ya aceptó cargos ante tribunales norteamericanos por narcotráfico. Como se sabe, cuando el Congreso aprobó años atrás el ascenso de Santoyo, hubo muchos peros debido a que este tenía un proceso por presunta interceptación ilegal de comunicaciones.

 

La reforma

 

De allí que se presentara el año pasado, por iniciativa de la senadora Alexandra Moreno, un proyecto de ley para regular los ascensos. Esa iniciativa está ya en la plenaria del Senado y fue debatida precisamente esta semana. Incluso ayer el senador senador Manuel Virgüez indicó que dos propuestas suyas fueron anexadas al articulado. La primera establece que en Colombia podrá degradarse el ascenso de un uniformado por haber sido condenado penalmente o sancionado disciplinariamente. Esa degradación se podrá viabilizar incluso si el uniformado en cuestión se encuentra retirado.

 

Más del proyecto

 

Lo cierto es que la figura de la degradación militar es aplicada en países como Estados Unidos, España, Chile, Argentina, entre otros. La plenaria del Senado también acogió la figura del aplazamiento de ascenso, que consiste en la potestad de la Comisión Segunda o de la Plenaria del Senado, de prorrogar el ascenso hasta que las dudas jurídicas o de conveniencia política sobre la idoneidad del que asciende, sean aclaradas. “En el Senado se podrá aplazar el ascenso de los uniformados cuando existan dudas sobre el comportamiento moral, ético o penal que no puedan ser definidas en el momento, y que impliquen dudas sobre sí conviene o no ascender al Policía o Militar", manifestó Virgüez.