Ojo a las reservas

Detrás del paro que se presenta desde hace varios días en la zona del Catatumbo, en Norte de Santander, se sospecha que estarían infiltrados guerrilleros de las Farc. Lo que más preocupa es la petición para que la región sea convertida en zona de “reserva campesina”. Como se sabe este tema fue central en las discusiones en la Mesa de Negociación de La Habana entre el Gobierno y las Farc. Aunque la guerrilla quiso que se les diera a las reservas una amplia autonomía, la delegación del Ejecutivo se opuso rotundamente e incluso el entonces ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, reiteró enfáticamente que no se permitiría que las reservas se convirtieran en “republiquetas”.

Antecedente riesgoso

En ese orden de ideas se teme que si el Gobierno llega a ceder en el tema de crear una “reserva campesina” en el Catatumbo, la guerrilla promueva paros y movilizaciones campesinas en otras regiones del país con el mismo objetivo. Se sabe que en el alto Gobierno ya analizan esta hipótesis y las riesgosas implicaciones que conlleva. La Fuerza Pública también habría alertado al Ejecutivo sobre el mismo asunto. Lo cierto es que la creación de zonas de reservas campesinas si bien tienen toda una reglamentación para viabilizar su constitución, también arrastra un componente sustancial de voluntad política del Ejecutivo de turno.

Prestos a…

En los corrillos políticos se afirma que más de un dirigente y exfuncionario ha tocado ya la puerta de la Fundación Buen Gobierno, que será el cuartel general de la causa reeleccionista. Sin embargo, la Fundación aún no arranca y, por lo mismo, no se sabe todavía cómo se manejará todo el alud de ofrecimientos de personas interesadas en vincularse, formal o indirectamente, con las gestiones para abrirle paso a un segundo mandato del presidente Santos. Como se sabe, al frente de Buen Gobierno estarán el exsecretario general de la Casa de Nariño, Juan Mesa; el exministro Germán Vargas y el general (r.) Óscar Naranjo.

Van y vienen…

La guerra de rumores entre las toldas del santismo y el uribismo no se detiene. Como lo registró ayer esta Sección, se está acusando a las toldas del exmandatario de andar propalando en las regiones la versión de que el Jefe de Estado, si es reelecto, sólo estaría en el cargo dos años y luego renunciaría para dar paso a su Vicepresidente, que no sólo terminaría el período sino que podría postularse en 2018 a ser el titular de la Casa de Nariño.

No es posible

Una alta fuente del Ejecutivo dijo que la hipótesis era “hilarante”, no solo porque hay impedimentos constitucionales y legales para dar trámite a una renuncia presidencial a mitad de período y abrirle paso automático al Vicepresidente, sino porque aún no se sabe quién sería el compañero de fórmula de Santos en una eventual campaña reeleccionista. “Si Garzón repite en el tiquete, a él lo cubre el mismo régimen de inhabilidades que al Jefe de Estado y, por ende, no puede postularse en 2018…”, precisó la fuente.