Con esa expresión un excandidato presidencial calificó toda la polémica entre los partidos Liberal y de La U frente a la cercanía del presidente Santos con cada una de esas colectividades. De acuerdo con el exaspirante a la Casa de Nariño, que habló en off the record con periodistas, muchas veces los congresistas y dirigentes “parecieran que no se tomaran un segundo para analizar lo que dicen y las implicaciones… La pelea entre La U y los liberales es de un tono absolutamente morboso, de doble sentido, prácticamente una política de catre…”.

“Política de catre” (II)

Incluso en determinado momento de la agria polémica la semana pasada, un parlamentario de la oposición dejó sobre el tapete la posibilidad de que se pidiera al procurador general Alejandro Ordóñez que les llamara la atención a los congresistas que estaban involucrados en el contrapunteo. El pronunciamiento del jefe del Ministerio Público podría ser viable en tanto los parlamentarios son servidores públicos y como tales tienen que cumplir con ciertos requisitos de comportamiento y elegancia, y era claro que el tono de la controversia de la semana pasada fue absolutamente contrario a esos mandatos que cubren a todos los funcionarios públicos.

“Política de catre” (III)

Hasta en la llamada “bancada de mujeres” hubo algunas voces que pedían analizar la posibilidad de que se emitiera un comunicado en donde se llamaba al orden a los senadores y representantes de ambos partidos que estaban utilizando términos que claramente ofendían al género femenino, por su alto contenido peyorativo y sexista. Sin embargo, la idea no prosperó y ni siquiera se planteó de manera oficial a toda la bancada de senadoras y representantes.

¿Conmoción?

En medio del cada vez más complicado paro judicial, que esta semana podría completar un mes de duración, hay parlamentarios que sostienen que el Gobierno debe empezar a analizar de forma más profunda la posibilidad de declarar un estado de conmoción interior. Si bien la idea ha sido varias veces descartada por la Casa de Nariño, ya hay algunas voces en el alto gobierno que consideran que debería ponerse sobre la mesa del gabinete ministerial, no sólo porque el riesgo de excarcelación masiva de presos cada día es mayor, sino como una movida que le podría servir al Ejecutivo para enviarle un ‘mensaje’ a Asonal Judicial: la paciencia y el ánimo conciliador ya se está agotando y es hora de tomar medidas de fondo.

Metas afectadas

Paradójicamente el paro judicial se le atravesó a una de las metas más importantes que tenía el Gobierno para este año: los fallos sobre procesos de restitución de tierras a desplazados y despojados por grupos violentos. Es claro que la parálisis del sistema judicial, que este martes ya completa 27 días, truncó el cronograma de varios procesos muy adelantados y, por lo tanto, las esperadas decisiones sólo se darían después de que termine la vacancia judicial que comenzará a mediados de diciembre e irá hasta la segunda semana de enero.

Plan B

Tras la decisión del Gobierno de pedir al partido de La U que no apoye el proyecto que propone dar una nueva ‘amnistía’ al trasfuguismo político, el sector uribista pondrá sus ojos en impulsar la iniciativa que reglamenta la figura de la escisión partidista. Ambos proyectos cursan en el Congreso pero hasta el momento la posibilidad de que salgan adelante es cada día más escasa.