En las toldas del uribismo hay tres preocupaciones puntuales. En primer lugar, se analiza el impacto que pueda tener en la campaña electoral el manejo político que el Gobierno y su coalición de partidos le están dando al acuerdo que se alcanzó con las Farc sobre cese el fuego y desescalamiento del conflicto, que tendría cuatro meses de período de prueba. “… Nos quieren mostrar como los enemigos de la paz y los guerreristas, pero ya la opinión pública no se come ese cuento y prueba de ello es que hay más escepticismo en el ciudadano de a pie sobre la marcha del proceso de paz, como lo prueban las encuestas en las que gana la opción de la salida militar, que en el mismo uribismo, que se ha dedicado a exigir correcciones de la negociación… El santismo quiere hacer aprovechamiento político y electoral del acuerdo, y eso es evidente”, dijo una alta fuente del Centro Democrático, que habló a condición de mantener en reserva su identidad.
‘Autismo’ a denuncias
“Nuestra segunda preocupación radica en que el Gobierno ha prestado oídos sordos a las denuncias que hemos elevado en distintas ocasiones respecto a que nuestros candidatos están siendo amenazados en muchas zonas del país por parte de la guerrilla… Se está prohibiendo que se vote por nuestro partido, so pena de que quienes lo hagan podrían sufrir retaliaciones de la subversión y sus agentes… También se prohíbe que nuestros candidatos puedan hacer campaña en determinados sectores… Lo hemos denunciado, incluso en cabeza del expresidente Uribe, pero nada ha pasado, salvo pronunciamientos muy tibios de la Comisión de Seguimiento Electoral… Así como vamos tendremos que acudir a instancias internacionales para denunciar esta grave afectación democrática”, precisó la fuente consultada.
Ojo a infiltrados
La tercera preocupación del uribismo se refiere a que han tenido que estrechar los filtros para la respectiva escogencia de candidatos e incluso de afiliados de base, toda vez que “… hemos detectado que hay mucha gente tratando de infiltrarse en nuestras listas, ya sea porque ven que tenemos mucha opción de ganar en municipios y departamentos, o porque quieren saber con quiénes estamos contando en materia de dirigentes y electores”. Sobre este mismo caso, la senadora María del Rosario Guerra dijo el martes en un programa radial que incluso se había detectado a personas que no compartían las tesis del uribismo tratando de pedir avales del Centro Democrático.
Respaldo cerrado
Para nadie es un secreto que el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, le ha tocado en varias ocasiones decirles a sus compañeros de gabinete y a otros altos funcionarios que “no hay plata”. Aunque varios de ellos han aceptado las razones del zar de las finanzas en torno de que la descolgada petrolera afectó en forma grave las arcas estatales, al punto que en 2013 se recibieron 23 billones de pesos por concepto de impuestos y divisas, y ahora se pasará a sólo 3 billones por dicho concepto, algunos ministros han acudido al propio presidente Santos para que les dé una “ayudadita” con Cárdenas. Sin embargo, el propio Jefe de Estado no sólo ha respaldado las negativas de Hacienda, sino pedido a sus colegas que entiendan que él sólo hace su trabajo: mantener la economía a flote y con viabilidad.