En la última semana de julio el entrante embajador de Colombia en Washington, Juan Carlos Pinzón, presentará oficialmente sus cartas credenciales ante el presidente Obama en la Casa Blanca. Desde ya se sabe que una de las primeras tareas que tendrá que asumir el exministro de Defensa será la de explicar a varios congresistas estadounidenses la decisión del gobierno Santos de prohibir la fumigación de narcocultivos con glifosato. No le será fácil a Pinzón explicar esa decisión, toda vez que cuando meses atrás la tomó el ministro de Salud, Alejandro Gaviria, el entonces titular de la cartera castrense fue el primero en exponer peros a esa restricción.
Optimismo en La U
En las toldas de La U se considera que tal como va el panorama electoral en el arranque de la recta final de la campaña, esa colectividad tiene la posibilidad “amplia” de seguir como el partido con más participación a nivel de gobernaciones, alcaldías, concejos y diputados. “… Los cálculos que hemos hecho sobre cómo nos podría ir departamento por departamento nos permiten concluir que tenemos como mantenernos como el partido mayoritario… Ahora, lo que pasa es que sí debemos tener en cuenta que en muchos municipios e incluso en algunas alcaldías importantes y gobernaciones estamos trabajando con candidaturas multipartidistas, que podrían mostrar algunos retrocesos regionales de La U así como de otros partidos, dependiendo qué colectividad ‘cobre’ primero a tal o cual elegido como originario de sus toldas”, precisó un congresista de La U, que pidió la reserva de su nombre porque -dijo- en mi “región más bien poco hicimos alianzas y creo que vamos a ser los más votados”.
Tablero tributario
Uno de los debates de control político que ya está cantado para este segundo semestre en el Congreso tiene que ver con el informe que proyectaron un grupo de expertos sobre las bases de una reforma tributaria estructural. Parlamentarios de varios colectividades piensan citar al ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, y al director de la DIAN, Santiago Rojas, para que expliquen ante el Senado cuál es la posición del Gobierno frente a algunos puntos muy complicados de ese documento, como un posible aumento en el IVA o las normas más drásticas contra la evasión y elusión tributarias, que se urge sean castigadas de manera más drástica y ejemplarizante.
No a corto plazo
Y hablando de este tema de la reforma tributaria estructural, lo que sí es claro, por el momento, es que la Casa de Nariño no ha pensado llevar dicha iniciativa al Congreso. No lo hará este año y posiblemente tampoco el próximo. Según trascendió, al Ejecutivo en estos momentos le preocupa más la urgencia de adecuar el marco normativo pensional, de salud y de otras políticas gubernamentales a los estándares que exige la OCDE para que Colombia pueda ingresar a ese exclusivo club de alrededor de una treintena de países con buenas prácticas de gobierno. Igualmente, se dice en los corrillos económicos, la Casa de Nariño confía en que el precio del petróleo se recupere en menos de un año y con una cotización por encima de los 70 dólares promedio, disminuya la posibilidad de una nueva reforma tributaria, sea estructural o puntual.