La crisis roja

La rebelión liberal contra la jefatura del expresidente César Gaviria va para largo. Por lo menos así lo ve un parlamentario de esa cauda según el cual la permanencia del exmandatario como timonel rojo podría llevar a una escisión del partido, como en tiempos del Nuevo Liberalismo.  “… Esto va más allá de lo que pasó en las elecciones y Gaviria debe entenderlo…Yo no estoy ni con él ni con la gente que quiere sacarlo… Estoy con la institucionalidad y con la urgencia de superar esta división… Creo que deben retirarse tanto Gaviria, como declinar sus aspiraciones Cristo, y buscarse una jefatura colegiada, con un liderazgo neutral en cuanto a esos dos bloques, y sobre todo que fije las bases de un proceso de reconstrucción liberal que nos permita superar toda esta debacle política electoral, institucional, de imagen y de identidad programática”, dijo un parlamentario en charla off de récord con un periodista de EL  NUEVO SIGLO.

La ‘vaca’ vergonzosa

Cómo “vergonzoso” calificó un exministro liberal que al excandidato presidencial Humberto de la Calle le haya tocado hacer una colecta pública para poder pagar gastos de campaña, debido a que asumió un préstamo personal para poder financiarse en medio de la campaña proselitista. En mensaje enviado a esta Sección, el exministro -que pidió la reserva de su nombre- dijo que “… resultaba vergonzoso y atentatorio contra la dignidad que un partido histórico como el liberal, que le ha dado al país muchos de sus más brillantes hombres en siglo y medio, quede sometido al escarnio de una ‘vaca’ para pagarle las deudas de campaña a un hombre de la trayectoria, de estatus estadista y los servicios prestados al país como Humberto de la Calle… El partido debe asumir de forma  digna y respetuosa todas las deudas de campaña y no someter a De la Calle a una situación tan incómoda que desdice de la tradición histórica y política del liberalismo… Ni que fuéramos de un partido de garaje”.

¿Unión partidista?

La posibilidad de que se unan los partidos Cambio Radical y La U, como insiste el senador Armando Benedetti, ya había sido planteada cuando la segunda de esas colectividades anunció su apoyo a la candidatura de Germán Vargas Lleras semanas atrás. Incluso en aquella ocasión se indicó que esa alianza podría ser de más largo aliento, llegando incluso a extenderse a las elecciones regionales y locales del próximo año. Lo cierto es que si esta coalición partidista llegara a concretarse, muy seguramente bajo la tutela de Vargas Lleras, de entrada tendría casi la tercera parte del Senado y una bancada significativa en la Cámara, convirtiéndolos en un factor de gobernabilidad indispensable para el próximo gobierno, o de oposición muy fuerte al mismo, sea cual sea el Jefe de Estado. En los corrillos del Congreso se asegura que la maniobra política tendría el aval del propio presidente Santos.

Posesión de ex Farc

Hay preocupación en el alto gobierno sobre la posibilidad de que la posesión de la bancada de las Farc el próximo 20 de julio se pueda llevar a cabo de manera tranquila. Se dice en los pasillos políticos que varias asociaciones de víctimas de la violencia estarían preparando movilizaciones para ese día con el fin de protestar porque los cabecillas desmovilizados podrán empezar a ejercer políticamente en el Legislativo sin ni siquiera haber comparecido una sola vez ante los magistrados de la Jurisdicción Especial de Paz (JEP). Frente a ello, la cúpula del partido de las Farc le ha insistido al Ejecutivo que hay una comisión pactada dentro del acuerdo que establece claramente que el Gobierno debe garantizar la posesión de estos congresistas el 20 de julio y que la comunidad internacional, sobre todos los países garantes, estarían pendientes de que se cumpla lo pactado. Incluso se especula que si Duque llegara a la Presidencia, la posesión de los congresistas de las Farc podría complicarse sustancialmente.