Off the record | El Nuevo Siglo
Foto archivo Anadolu
Jueves, 26 de Julio de 2018
Redacción Política

Mala hora de más votados

 

Un atinado observador político llamaba la atención ayer sobre cómo los dirigentes más votados en Colombia tenían, como se dice popularmente, “el Cristo de espaldas”. Hizo alusión, por ejemplo, a que el expresidente Álvaro Uribe, que fue el senador más votado en los comicios de marzo pasado, apenas cuatro días después de instalar el nuevo Congreso, anunció que renunciaba a su curul para poder enfrentar el llamado a indagatoria que le hizo la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, que lo investiga por los delitos de soborno y fraude procesal en el marco de un proceso por presunta manipulación de testigos dentro del pleito de vieja data contra el senador del Polo, Iván Cepeda. Incluso en las toldas del Centro Democrático se asegura que las sospechas del exmandatario en torno a que sería llamado a indagatoria, tras la investigación preliminar que le había abierto en febrero pasado la Corte por estas circunstancias, fue uno de los hechos que pesó mucho para que no aceptara las solicitudes de ser el Presidente del Senado en esta primera legislatura del gobierno Duque.

 

…Y Mockus

 

El mismo observador indicó que coincidencialmente tampoco le estaba yendo bien al segundo senador más votado en marzo, el exalcalde de Bogotá y excandidato presidencial Antanas Mockus. Como se sabe, el Consejo Nacional Electoral (CNE) estuvo a punto de anular su elección por una demanda que alegaba que estaba inhabilitado para postularse, por cuanto había participado de la suscripción y ejecución de contratos oficiales, como cabeza visible de la fundación Corpovisionarios, seis meses antes de la cita en las urnas. Solo unos días antes de la instalación del Congreso el alto tribunal denegó la demanda contra Mockus y validó su elección. Pero de inmediato los denunciantes expresaron que llevarían el caso, esta vez pidiendo la pérdida de investidura, ante el Consejo de Estado. Y como si lo anterior fuera poco, en el primer día del nuevo Congreso, el pasado viernes, Mockus generó un escándalo de marca mayor luego de que en la plenaria se volviera a bajar los pantalones como en acto de protesta en contra de los parlamentarios que no dejaban escuchar el discurso del presidente saliente del Senado, Efraín Cepeda.  La Comisión de Ética, que debe integrarse e instalarse esta semana, tendrá que definir si será sancionado.

 

…Y Petro también

 

Un tercer caso que confirma esta extraña circunstancia de los más votados es del ahora senador Gustavo Petro, quien perdió la segunda vuelta presidencial ante Iván Duque pese a  sumar más de ocho millones de votos, pero a quien, como una especie de ‘premio de consolación’, le fue adjudicada una curul en la Cámara Alta. Casi de inmediato la Superintendencia de Industria y Comercio anunció que iba a embargar una parte del sueldo del dirigente de izquierda como parte del proceso coactivo de una multa que le fue impuesta en 2014, por 419 millones de pesos, tras ser encontrado responsable de un manejo irregular de los contratos de acceso y recolección de basuras en Bogotá, cuando fungía como Alcalde de la misma. Petro, cuyo patrimonio y cuentas bancarias ya habían sido afectados por otros embargos derivados de sanciones por sus ejecutorias como burgomaestre, de inmediato replicó que no era legal este nuevo embargo de la Superintendencia, por cuanto la sanción había sido demandada ante el contencioso administrativo y hasta que éste no se pronunciase, no se podía ejecutar dicho cobro. Lo cierto es que, por el momento, parece que al excandidato presidencial le van a descontar la quinta parte de su sueldo parlamentario. Y, como si fuera poco, la curul en la Cámara de su exfórmula vicepresidencial, Ángela María Robledo, ya fue denunciada ante el Consejo de Estado por doble militancia.