Se sabía | El Nuevo Siglo
Sábado, 9 de Agosto de 2014

No sorprendió tanto que el presidente venezolano Nicolás Maduro no haya venido al acto de posesión de Juan Manuel Santos el pasado jueves. Si bien hasta pasado el mediodía se mantuvo la expectativa en torno de que el mandatario del vecino país arribara a Bogotá, lo cierto es que desde la semana pasada, tras la cumbre en Cartagena entre Santos y Maduro, ya la delegación venezolana dio puntadas de que no sería extraño que este último no viniera a la ceremonia de posesión, lo que al final se terminó confirmando hacia la una de la tarde del jueves, cuando se supo que  Caracas decidió enviar para que los representara a un ministro del círculo más cercano al Jefe de Estado. La próxima cita bilateral entre los dos jefes de Estado sería en la frontera antes de terminar este año, según trascendió.

 

A las mieles diplomáticas

 

Y hablando de diplomacia, se especulaba el jueves pasado, en la larga antesala para el arranque de la ceremonia de posesión, que por lo menos dos de los salientes ministros ya tienen ofrecimientos formales para ir a embajadas, una en América y otra en Europa. No está claro a cuáles delegaciones irían pero sí que a los titulares de las mismas ya se les anunció que vayan preparando maletas para regresar al país. Igualmente se sabe que varios embajadores ya han preguntado si hay cupo para ellos en el Gobierno que arranca, ya sea en la diplomacia o en cargos en el país. En la Cancillería, según altas fuentes, la respuesta ha sido una sola: sin novedad en el frente y cada quien en lo suyo.

 

¿Sí o no?

 

Entre los allegados al ahora exvicepresidente Angelino Garzón no cayó nada bien que el presidente Santos no le hubiera hecho una mención especial, más allá de la formal, en su discurso de posesión el jueves pasado. Mientras que en los corrillos políticos se afirma que las relaciones entre ellos no quedaron en un punto alto, y que al final del Gobierno fueron más las diferencias que los puntos de coincidencia, una alta fuente palaciega indicó que ambos se reunieron días atrás y tuvieron una larga y sincera charla, por lo que la no mención de Garzón se consideró algo apenas circunstancial en un discurso que miró más hacia adelante en lugar de enfocarse en un corte de cuentas.

 

Sin sorpresas  

 

Las declaraciones del presidente de Ecuador, Rafael Correa, respecto de que en territorio de ese país se han dado reuniones desde hace algún tiempo entre delegaciones del Gobierno y el Eln, no sorprendieron a nadie, pues ya era vox populi que esa nación se apuntaba como la más segura sede de los diálogos formales entre las partes y el rápido paso a la negociación. También es claro que los jefes del Eln se encuentran en Venezuela y que con ese país y con absoluto conocimiento de Colombia se han coordinado todos los mecanismos para su traslado a Ecuador. Los dos países que serían observadores en este proceso serían Uruguay y Brasil, o incluso la propia Unasur.