Sin ‘papayazo’ (I) | El Nuevo Siglo
Miércoles, 8 de Julio de 2015

El cambio parcial en la cúpula militar ha tenido muchas lecturas. Más allá de entrar en la discusión gaseosa en torno de si el perfil en la línea de mando es “tropero” o de “posconflicto”, que termina siendo una polémica, según altas fuentes castrenses, “que les encanta a los medios pero que no es real en un país en donde todo general ha tenido mando de tropas a nivel de brigada y división”, otros analistas consideran que la decisión del presidente Santos de confirmar al comandante de las Fuerzas Militares, general Juan Pablo Rodríguez, también se debe a que el Gobierno no iba a ponerle en “bandeja de plata” a la Human Rights Watch (HRW) la carrera del alto oficial, a quien esa ONG había señalado días atrás de tener pendientes investigaciones en la Fiscalía por casos de “falsos positivos”.

Sin  ‘papayazo’ (II)

Como se sabe, Santos no sólo rechazó los señalamientos a Rodríguez y el saliente comandante del Ejército, general Jaime Lasprilla, sino que advirtió a la HRW que no permitiría que se afectara la legitimidad de la Fuerza Pública. “… Es claro que si una semana después de defender públicamente a Rodríguez y Lasprilla de las acusaciones de Vivanco y compañía, hubiera removido a ambos de sus cargos, entonces tanto esa ONG como otras instancias nacionales e internacionales podrían haber interpretado el remezón militar, no como una decisión normal, sino como una consecuencia tácita pero directa de los señalamientos a la cúpula militar por ‘falsos positivos’… Santos seguramente tuvo en cuenta esto y calculó las repercusiones, dejando a Rodríguez y despidiendo a Lasprilla con grandes elogios”, dijo a EL NUEVO SIGLO una alta fuente militar.

El mensaje

Otra de las lecturas que se ha realizado a los elementos que estuvieron detrás del ajuste parcial a la cúpula militar, tiene que ver con la decisión de anunciarla apenas dos semanas después de que asumió un ministro de Defensa con poca experticia castrense como Luis Carlos Villegas y no aplicar el remezón como último acto de mando del saliente Juan Carlos Pinzón, quien ha sido el civil que más tiempo ha ocupado la cartera castrense, al estar allí más de 45 meses. “… La decisión estaba tomada desde hace algunas semanas, pero se prefirió anunciarla con el nuevo ministro a bordo, así no tuviera todavía el tiempo y conocimiento necesarios para definir con qué generales trabajar… Lo que se buscó es que quedara claro que a Villegas no le dejó Pinzón la línea de mando armada… La idea de Santos va dirigida a posicionar al nuevo Ministro frente a la línea de mando y las tropas”, agregó la fuente consultada.

Ratificación cantada

La ratificación del director de la Policía, general Rodolfo Palomino, también estaba cantada, como lo indicó esta Sección hace varias semanas. Incluso trascendió que el propio Santos se lo había confirmado personalmente a Palomino tiempo atrás, cuando hacían una evaluación de los planes de acción de la Policía para 2015. “… A diferencia de lo que viene pasando en las Fuerzas Militares, desde hace más de una década los períodos de recambio en la dirección de la Policía son cada vez más largos, siendo el de Naranjo (hoy ministro y negociador en La Habana) el más duradero, al punto que su salida prácticamente se dio cuando ya era imposible seguir ahogando la congestionada pirámide de ascenso del generalato policial”, puntualizó la fuente castrense consultada.