Turno costeño | El Nuevo Siglo
Miércoles, 25 de Junio de 2014

“La Costa no se dejará blanquear otra vez”. Esa fue la respuesta que uno de los senadores más emblemáticos de esa región del país le dio a un periodista de EL NUEVO SIGLO cuando le interrogó alrededor de quién debería ser el presidente del Senado en la primera legislatura de este cuatrienio, que arranca el próximo 20 de julio. Incluso, reveló que se han adelantado ya contactos entre parlamentarios de algunos de los ocho departamentos de la Costa norte con el fin de que se presione en todas las bancadas para que se vote por los candidatos de esa zona a las directivas de ambas cámaras.

 

Bloque multipartidista

“… La Costa definió la contienda presidencial y debe tener el primer turno, no sólo en Senado sino también en la Cámara… Esto va más allá de los pulsos  partidistas internos… Ya hay preacuerdos en charlas con parlamentarios de distintos partidos para que todos los costeños votemos por congresistas de nuestra región y eso no lo pueden perder de vista en La U ni en los liberales, que son los que están peleando esos primeros turnos”, precisó el senador, que pidió la reserva de su nombre porque “… van y me piden los nombres de los que impulsamos ya ese preacuerdo”.

No tan fácil

Y hablando del Congreso allí existe cierta perplejidad respecto a la forma en que distintos partidos están proponiendo el alargue de los períodos para Presidente de la República, gobernadores y alcaldes. “… Yo veo esa vaina muy complicada, pues lo que vamos a hacer es descuadernar más los calendarios electorales… Que se acabe la reelección presidencial o sean más largos los períodos de los ejecutivos regionales y municipales es una cosa, pero no creo que se pueda hacer lo mismo con la elección del Congreso, que continuará siendo cada cuatro años, es decir, que habrá tres citas a las urnas: presidenciales, regionales y Congreso…”, precisó un senador a EL NUEVO SIGLO.

Ajustes al por mayor

También hay debate en torno de lo que pasaría con otros altos cargos cuyos períodos están diseñados desde la Constitución del 91 para que sean el motor del sistema de pesos y contrapesos institucionales entre los poderes públicos. Por ejemplo, es claro que los períodos de Fiscal y Procurador no tienden a coincidir con los de Presidente, para evitar que haya coincidencia entre los mapas políticos que escogen al uno y los otros. Es más, si se anula la reelección presidencial inmediata y se alarga el período, sería necesario también modificar los mandatos  de los integrantes de la Junta del Banco de la República.

Hasta Bogotá

Pero el ajuste institucional tendría que ir más allá. Por ejemplo, se ha planteado en distintas oportunidades la posibilidad de que se abra paso la elección popular de los alcaldes locales en Bogotá, bajo la tesis de que el tamaño de varias de las 20 zonas en que está dividida la ciudad y la cantidad de habitantes que albergan varias de ellas, supera con creces a varias capitales departamentales. Para períodos de mandatarios capitalinos que vayan más allá de los cuatro años sería necesario, según los expertos, que la descentralización política en la ciudad se profundizara por la vía de alcaldes de las 20 localidades elegidos popularmente.