Va que va (I)

El Gobierno empieza a preocuparse por el avance del proyecto que busca frenar las continuas alzas de los precios de la gasolina, el ACPM, el gas licuado y hasta el combustible para aviones. La semana pasada el senador Jaime Durán anunció que presentará ponencia favorable a la iniciativa, con lo que le dio un aval al proyecto que han venido empujando de forma insistente los senadores Luis Fernando Velasco, Guillermo García Realpe  y Alexandra Moreno Piraquive. La idea de Durán es que la Comisión Quinta apruebe el proyecto en primer debate antes de diciembre 16, aunque hay tiempo para que pueda llegar a la plenaria.

Va que va (II)

Aunque el Gobierno ha insistido en que no está de acuerdo con el proyecto, lo cierto es que la iniciativa poco a poco ha venido ganando más respaldos entre los parlamentarios, sobre todo entre quienes consideran que una rebaja de $ 200 en el precio de los combustibles, como lo propone uno de los artículos de la iniciativa de reforma tributaria, termina siendo abiertamente insuficiente e inferior a las promesas que en su momento habría realizado -según algunos congresistas- un exministro de Hacienda, que en algún momento dijo que, como mínimo, la disminución en el precio sería de $ 1.000.

Versiones

En círculos cercanos a la Corte Suprema de Justicia se afirma que hay varios magistrados que están preocupados por el lento ritmo de algunos procesos, sobre todo en la Sala Penal. Trascendió que esos juristas no entienden por qué no se han producido decisiones en casos que, se supone, ya tienen un suficiente recaudo probatorio para justificar la apertura de causas o, incluso, la expedición de medidas de aseguramiento contra los principales implicados. Más allá de esa situación, lo que se sabe es que antes de que termine noviembre la Sala Penal tomará decisiones de fondo en dos casos que concentran la atención pública.

Peros uribistas (I)

En las toldas uribistas se insiste en que al expresidente Uribe no le suena mucho la propuesta que le han hecho al exmandatario con el fin de que en 2014 arme toldo aparte y lance una lista al Senado a nombre de “Puro Centro Democrático” o “Centro Democrático”. El temor de algunos alfiles del expresidente es que al encabezar la lista es muy posible que Uribe tenga asegurada su curul en el Congreso. El problema es que al asumir el escaño perdería el fuero especial judicial que lo cobija por su condición de exjefe de Estado, lo que podría exponerlo a ser blanco de múltiples denuncias penales e incluso terminar bajo la jurisdicción de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia.

Peros uribistas (II)

En vista de ese riesgo, la idea es que Uribe efectivamente integre la lista pero no la encabece, sino que tenga, obviamente en una lista sin voto preferente, un lugar intermedio que disminuya el riesgo de que pueda salir electo  y tenga que asumir la curul. El problema, según fuentes uribistas, es que el exmandatario consideraría que una maniobra así no sólo sería muy evidente ante el país y le daría ‘munición’ a los antiuribistas, sino que lo pondría a dar incómodas explicaciones ante la prensa y sus partidarios.