Durante las visitas a los caños y charcos de la Serranía de La Lindosa, ubicada en San José del Guaviare, se encontraron 58 especies agrupadas en 43 géneros y 25 familias de plantas acuáticas; 19 de las especies encontradas son nuevos registros para el departamento.
Según explica Duvier Jeffry Atuesta, biólogo de la Universidad Nacional (U.N.), uno de los hallazgos más importantes es la especie Macarenia clavigera, comúnmente conocida como “algas rosadas” (pese a que es una planta con flor y no un alga), ya que hasta ahora había sido considera endémica de la Serranía de la Macarena (Meta, Colombia).
“Esta especie es emblemática y constituye uno de los principales atractivos de Caño Cristales. Este reporte tiene importantes implicaciones desde el punto de vista biológico, pues permite ampliar el área de distribución de la especie y da soporte a ideas sobre el origen común entre la Serranía de La Lindosa y La Macarena. Además, puede tener implicaciones en el turismo del Guaviare y en la conservación de este ecosistema”, añade.
Entre las muestras vegetales recolectadas, las familias que más se presentaron fueron las Poáceas (familia de los pastos) con 13 especies, seguidas de las Ciperáceas (cortadera) con nueve especies, Eriocauláceas (flor del Guaviare) con cinco especies, Melastomataceae (sietecueros) con tres especies y Fabáceas (legumbres) con dos especies.
El género más representativo fue Utricularia, con cuatro especies, el cual es llamativo por la belleza de sus flores y su alimentación mediante la captura de pequeños organismos.
El investigador Atuesta amplía que las plantas acuáticas son muy importantes porque constituyen un refugio para el desove y un alimento para muchos organismos. También para el humano han sido fuente de alimento, medicina, fertilizantes, ornamentación y materia prima para la elaboración de diversos productos artesanales e industriales.
Así mismo destaca propiedades como la captación de metales pesados, lo que les ha dado a las plantas acuáticas un gran potencial para remediar fuentes de agua contaminadas.
Pese a esto, existen pocos estudios nacionales y mundiales de estas plantas, lo que dificulta el entendimiento del grupo, las técnicas de campo que se deben emplear y el trabajo en el laboratorio.
En cuanto a la Serranía de La Lindosa, esta pertenece a una de las formaciones rocosas más antiguas del planeta, el Escudo guayanés, con más de 500 millones de años. Esta región guayanesa es compartida por los países del norte de Suramérica como Surinam, Guayana Francesa, Guayana, Venezuela y Brasil, y a Colombia llega en su parte oriental.
Otro de los aspectos destacados de la Serranía es su localización al norte del municipio de San José del Guaviare, una zona considerada como transición entre los Llanos (Orinoquia) y la selva (Amazonia).
La serranía representa el principal sitio turístico del Guaviare; allí se asientan algunos grupos campesinos e indígenas, y sus caños abastecen de agua potable al municipio. Pese a este valor agregado, por su cercanía al casco urbano del municipio y a la creciente actividad turística, se ha convertido en un área vulnerable.
Ante esta situación, el biólogo Atuesta creó una guía de plantas acuáticas para mejorar un poco el nivel de conocimiento en esta zona del país y para presentar información taxonómica de este grupo de plantas que ha sido poco explorado.
Para la elaboración de la guía se describió cada especie encontrada y se registró su forma de vida según cuatro categorías: sumergida, flotante libre, hojas flotantes (ancladas al suelo y con sus hojas flotando) y emergentes (con parte de su cuerpo sumergido y parte emergiendo sobre la superficie del agua).
Además se incluyó información del tipo de suelo sobre el que crecía, datos sobre su distribución local y global, y un registro fotográfico de cada planta con sus estructuras vegetativas o reproductivas.
En la actualidad se sigue trabajando en el proyecto y se ha aumentado el nivel de muestreo de la zona; de hecho, según datos del investigador, la recolección ya alcanzó las 84 especies de plantas acuáticas, entre las que se incluyen, además de plantas con flores, otros grupos como los helechos y briófitos.
Se espera que la información obtenida sea útil para fortalecer los planes ecoturísticos adelantados en el municipio, evaluar el impacto de la actividad humana y generar futuros planes de conservación.
En la guía se incluye una gran cantidad de fotografías, ejemplos y un glosario, para que sea accesible no solo para la comunidad científica, sino también para el público en general.
“Con esto se pretende mostrar la riqueza de las plantas acuáticas, que las personas las reconozcan, entiendan su importancia y los investigadores se motiven a seguir estudiándolas”, concluyó el biólogo.