Al banquillo la política de biocombustibles | El Nuevo Siglo
Sábado, 4 de Agosto de 2012

La controversia alrededor de los biocombustibles ha sido mundial, particularmente en el tema de lograr un equilibrio entre la necesidad de no dejar apagar los motores y, al mismo tiempo, no reducir la producción de alimentos.

Por supuesto, el tema no es ajeno a la realidad colombiana. La senadora llanera Maritza Martínez, del Partido Social de Unidad Nacional (La U), se declaró preocupada frente a la política de biocombustibles del Gobierno.

“No se han encontrado argumentos que soporten la ineficiencia de un sector que recibe apoyos estatales muy importantes y que no se reflejan en su competitividad”, declaró.

Al Ministro de Agricultura “le tocó manejar las cifras mezcladas de la palma de aceite y caña de azúcar, porque la caña no tiene como defenderse, el etanol no tiene como defenderse. De las 100.000 nuevas plazas de trabajo que dice el Ministro que jalonan la producción de biocombustibles, 93.000 son de palma y solo 7.000 de caña, y de las 208.000 hectáreas destinadas a producción de biocombustibles solo 40.000 son de caña y 168 son de palma de aceite”, explicó Martínez.

“Aquí las cifras hablan por sí solas: no se está sembrando caña nueva y se están recibiendo subsidios como si así fuera”, criticó la legisladora.

El ministro de Agricultura Juan Camilo Restrepo respondió que “la frontera agrícola no se está comprometiendo con la política de biocombustibles” y que “la política de biocombustibles tiene unos costos fiscales, pero esta no es la que está encareciendo o abaratando la gasolina en Colombia”.

El alto funcionario agregó que “la fórmula para establecer el precio del etanol se puede revisar y hacer algunos ajustes, pero no le vamos a hacer un cambio abrupto porque el Gobierno ha hecho importantes inversiones”.