Adaptémonos ya al cambio climático | El Nuevo Siglo
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Sábado, 16 de Marzo de 2019
Alvaro Sánchez

Nuevas conclusiones de diferentes grupos de expertos en temas ambientales nos están mostrando, por estos días, cómo el fenómeno internacional del calentamiento global en lugar de retroceder aumenta aceleradamente; no es algo extraño, desde hace algunos años han venido creciendo las advertencias de todo tipo sobre el calentamiento global y el cambio climático. Esto ha hecho que todos nosotros tengamos, en mayor o menor medida, algunas inquietudes sobre el tema. Sin embargo, el desconocimiento general amenaza con hacer aún más fuertes los posibles efectos.

Es importante tener bien claro que Colombia será el segundo país de América en sufrir las consecuencias, pero también que aporta menos del 0,5% de las emisiones del planeta y que, por lo tanto, cualquier esfuerzo individual que hagamos como país no tendrá repercusiones en el contexto global. Así que nuestra única opción es trabajar en la adaptación al cambio climático.

Es también importante comprender en que consiste el cambio climático y que es la adaptación al mismo; podríamos decir que el cambio climático consiste en cambios abruptos del clima y la adaptación al mismo es la forma como se denomina la adopción de políticas públicas que permitan preparar al país para hacer frente a sus efectos. En Colombia vamos en el proceso mucho más lentos que el avance del fenómeno mismo. Si en verdad queremos lograr que nuestro país se adapte al cambio climático deberemos contar con esfuerzos colectivos que nos lleven en la misma dirección.

Llegando a una definición más específica, encontramos la que ha publicado el IPCC (Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático) en España: “la adaptación es el ajuste en los sistemas naturales o humanos como respuesta a estímulos climáticos actuales o esperados, o sus impactos, que reduce el daño causado y que potencia las oportunidades benéficas”. Es decir, que lo podemos entender como el cúmulo de las medidas indispensables para minimizar los impactos negativos y aprovechar adecuadamente las nuevas circunstancias del entorno.

Es supremamente importante que se haga una distinción entre la adaptación y la mitigación. La primera ya se describió, mientras que la segunda consiste en las medidas que permiten minimizar la huella que se genera sobre el desarrollo.

Es cierto que es casi imposible determinar con exactitud de qué manera va a comportarse el cambio climático, en qué zonas va a impactar y a generar problemas o de qué magnitud será dicha afectación, también es cierto que a través de diversos estudios el Ideam ha logrado proyecciones sobre los posibles impactos en Colombia.

Los desastres de origen natural aumentarán, esto debido a los deslizamientos que se incrementarán como consecuencia lógica, no solo del aumento de las precipitaciones, sino también de la concentración de las mismas.

Se generarán islas de altas temperaturas que romperán el orden natural de los ecosistemas y generará la destrucción de los mismos.

La temperatura promedio aumentará cerca de 2,09 grados y para 2040 habrá aumentado 0, 9 grados.

Disminuirán las precipitaciones cerca del 25% y para 2040 habrán disminuido en cerca del 11%.

Los sistemas de regulación hídrica serán afectados en forma drástica y se generará una afectación de la “Bomba biótica”, lo que terminará por afectar la estabilidad biótica de todo el planeta.

La destrucción de parte de los sistemas selváticos será irreparable dado el substrato de los suelos amazónicos que tienen vocación desértica.

La escasez en la producción de alimentos aumentará al disminuir la producción en cerca del 40%.

Esto es solo un breve resumen de las consecuencias previsibles, así las cosas, no es una opción sino más bien una obligación para el país la de alistarse y enfrentar un fenómeno que hoy por hoy es irreversible e inatajable y no seguir de comité en comité inoperante esperando a que reine el caos.

alsanchez2006@yahoo.es

@alvaro080255