Luego de un año de trabajo con 44 familias de la Asociación Campesina del Área Ramsar Estrella Fluvial de Inírida, Acefin, del municipio de Inírida en el Guainía, el Instituto Sinchi sentó las bases para la construcción de un plan de manejo forestal en el área campesina de la Zona Ramsar.
Desde agosto de 2019, cuando el Instituto Amazónico de investigaciones Científicas Sinchi adelantó el primer taller de socialización del proyecto ante comunidades campesinas del sitio Ramsar Estrella Fluvial de Inírida, EFI, trabajó con ellas en ejercicios de cartografía social, identificación de especies promisorias, y evaluación de parcelas permanentes en biodiversidad y stock de carbono.
Con Acefin y el apoyo del proyecto GEF6 Corazón de la Amazonía se gestionó un fortalecimiento de la seguridad alimentaria para 50 familias, dado que las inundaciones del año 2019 afectaron la soberanía alimentaria de la zona.
La EFI es un complejo de humedales conformado por los ríos Guaviare, Inírida, Atabapo y Ventuari (Venezuela), que forman parte de la cuenca del Orinoco, de gran riqueza biológica, hídrica y cultural, y que en 2014 fue designado por la Convención de Ramsar como de importancia internacional.
Con la declaración surgió la necesidad de desarrollar estrategias de conservación y uso sostenible para el desarrollo económico y la seguridad alimentaria de las comunidades, que hoy son adelantadas por el Sinchi con el proyecto GEF6 Corazón de la Amazonía, financiada con recursos del Banco Mundial - Programa Paisajes Sostenibles para la Amazonía (ASL, por sus siglas en inglés).
“Es por esto que se acuerda con la asociación de campesinos Acefin llevar a cabo proyectos de desarrollo sostenible que les permitiera generar ingresos, a la vez que salvaguardan sus recursos y mejoran su calidad de vida”, afirmó Claudia Pinilla, investigadora del Sinchi, líder del proceso.
Dos fueron los ejes de trabajo establecidos para la zona: el primero, planificación de los predios campesinos con enfoque agroambiental para mejorar la productividad, rentabilidad, sostenibilidad y el bienestar que generan las fincas; el segundo, la valoración de la oferta natural de productos maderables y no maderables del bosque para consolidar un proyecto de forestería comunitaria que les permita aprovechar el bosque en pie.
En la valoración de oferta natural del bosque adelantan ejercicios de identificación de plantas útiles para la comunidad. Los campesinos priorizaron como las especies de mayor importancia por su uso en las actividades diarias la palma de Manaca o Asaí (Euterpe precatoria), el Sasafrás (Mespilodaphne cymbarum), la palma de fibra Leopoldinia piassaba y el Palo Brasil (Brosimum guianense), entre otras 21 especies./Instituto Sinchi