En Europa existen unas piedras conocidas como las rocas del hambre. Reciben este nombre por una razón muy sencilla: cuando las aguas de los lagos o ríos disminuían hasta cierta cantidad, las mismas reaparecían para avisar a los habitantes que se aproximaban tiempos difíciles, esencialmente de sequía, enfermedades y muerte.  

Estas advertencias comenzaron a ser escritas desde 1417 según un estudio de 2013, siendo las más recientes de 1616. Siglos más tarde, las 'Hungerstein', como se conocen en alemán, han encendido las alarmas de más de un poblador.

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Europa central, gravemente afectada por la sequía

La sequía y el calor han afectado especialmente a Europa Central, dejando al descubierto estas piedras que se ubican en algunos países como República Checa o Alemania. En el río Elba, que nace en el primero y desemboca en el segundo, pueden verse más de estas 12 piedras. 

Una de las rocas tiene el mensaje "Cuando me veas, llora". Otras poseen textos como "Los que una vez me vieron, lloraron. Los que me vean ahora, también llorarán" o "Antes lloramos, ahora lloramos. Tú también llorarás". En el caso de Alemania, hay una que indica: "Si vuelves a ver esta piedra, llorarás. Así de baja estuvo el agua en 1417". 

Recordemos que hace siglos la mayoría de la economía mundial dependía de la agricultura, por lo que las sequías suponían una pésima noticia para las comunidades que trabajaban en ello, e incluso para los consumidores. Todo esto derivaba en muy malas cosechas, hambre y guerras por la falta de los recursos e incluso un aumento considerable en el precio de los alimentos.

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Por supuesto, no podemos comparar la época actual con la de hace siglos, pero dichas advertencias sirven para recordarnos que el planeta debe ser cuidado a fin de evitar situaciones catastróficas.