Los residuos orgánicos que se producen en el centro comercial Parque Arboleda tienen una segunda vida y actualmente, benefician a más de 500 niños, niñas y adolescentes de escuelas rurales, así como a diferentes comunidades del departamento de Risaralda.
En los dos últimos años, niños, niñas y adolescentes, estudiantes de las Instituciones Educativas José Antonio Galán, Jesús de la Buena Esperanza, Rafael Uribe, y Deogracias Cardona, escuelas rurales de territorio risaraldense han sido protagonistas de una historia que no solo promueve la educación y sostenibilidad ambiental, sino que se ha encargado de educar a estos estudiantes sobre la importancia de promover la recuperación de saberes que promuevan la defensa de la vida y la seguridad alimentaria, así como el emprendimiento comunitario y social a partir de procesos agroecológicos que se establecen como medios de vida en su territorio.
Es el caso de la Institución educativa José Antonio Galán que cuenta con dos sedes en el corregimiento de Tribunas en zona rural de Pereira. Allí, en las veredas de Triconsota y Graminea, las docentes a cargo de esta comunidad educativa y gracias al apoyo decidido de la Asociación Comunitaria Territorios de Paz (ACTP) entidad aliada de Parque Arauco, han venido instaurando un proceso pedagógico, de acción colectiva y de transformación comunitaria para el fortalecimiento de saberes y habilidades para la producción de alimentos que se obtienen gracias al uso de compostaje.
“Como comunidad educativa hemos decidido emprender estas acciones ecológicas, porque hemos visto que los niños están dejado el amor por la tierra, preocupándose más por el uso de la tecnología. Queremos recalcar y enseñar sobre la productividad de la tierra, un proceso que implica conocimiento, aprendizaje, amor y cuidado por el entorno, por eso nuestro cometido es poder seguir permeando y sensibilizando con este programa a las próximas generaciones”, dice Andrea Hernández, docente a cargo de la IE José Antonio Galán, sede Graminea.
Es así como en lo corrido de 2022 y 2023, la Asociación (ACTP) en convenio con Parque Arboleda, logró la entrega de 25 toneladas de abono en siete municipios risaraldenses (Marsella, Apia, Pueblo Rico, Dosquebradas, Pereira, Belén de Umbría, Guática). Allí en esta zona del país que se caracteriza por la diversidad y belleza de sus paisajes, este compost ha sido utilizado para enriquecer el suelo de jardines y áreas verdes, mejorando su fertilidad para la concepción y producción de huertas comunitarias y escolares.
En estas huertas, las comunidades escolares han logrado la siembra de plantas aromáticas como la yerbabuena, la menta, albahaca y la citronela, así como la siembra de hortalizas como la lechuga, zanahoria, zucchini, repollo, entre otros alimentos que han sido posibles gracias al acompañamiento profesional y pedagógico que se ha venido realizando desde la ACTP junto con el apoyo de otras organizaciones ha llevado a cabo la articulación y coordinación de estas acciones ambientales y sostenibles que también han dejado huella en otras comunidades vulnerables.
“Como Asociación y gracias a los residuos que recibimos del centro comercial Parque Arboleda, hemos logrado llegar no solo a la comunidad educativa rural, sino que también hemos impactado de manera positiva por ejemplo en la población habitante de calle, con quienes hemos logrado que con el cultivo de ají, ellos logren iniciar su comercialización en el año 2022 y ahora, estemos acompañando también, la producción de harina de plátano”, manifiesta Mauricio Grajales, miembro de la Asociación Comunitaria Territorios de Paz, quien además destaca que entorno a este uso y utilidad del compost, también han venido desarrollando otras actividades enfocadas al cuidado ambiental, como por ejemplo la limpieza de quebradas, la realización de más de 40 mingas comunitarias, dos caravanas de siembra, entre otras actividades de encuentro e intercambio de experiencias.
Con el fin de seguir generando sensibilización acorde con el programa de Responsabilidad Social, durante los meses de agosto y septiembre, a través de una atracción denominada ‘La compostería’ y bajo el lema “Elige hacer historia”, quiere enseñarles a los visitantes la importancia de realizar un uso adecuado de los desechos y como estos contribuyen al medio ambiente. A la fecha con esta actividad se ha impactado a más de 3.000 niños, niñas y familias, acercándolos de una manera lúdica sobre cómo se realiza el compostaje y sus beneficios.
“Hemos promovido este espacio como un ejemplo concreto de responsabilidad social corporativa para que los niños y la comunidad que hace parte de la red de huertas comunitarias y escolares que se han venido impactando a través de la articulación con la Asociación Comunitaria Territorios de Paz, puedan dar a conocer su valiosa experiencia, pero también para fomentar e inspirar en otros niños, en este caso de quienes habitan en la zona urbana de nuestra región y que visitan nuestro centro comercial, el aprendizaje e interés por la gestión de los residuos orgánicos, la producción del compost, la conservación del medio ambiente, su uso en la productividad y sostenibilidad a través de la siembra y la producción de la huerta”, destaca Tatiana Corrales, center manager de Parque Arboleda.
El proyecto de compostaje del centro comercial, genera anualmente una producción de cerca de 22 toneladas de compost que se origina con los residuos de comidas del centro comercial Parque Arboleda.