Tras haber sido exterminado casi totalmente a principios del siglo XX en Europa occidental, excepto en algunas regiones remotas de los Balcanes, de Italia o de España, el lobo vuelve a colonizar el continente desde hace unos veinte años, causando polémica.
Esta es la situación en los principales países en los que la especie está presente:
Italia
Es en Italia, donde está totalmente protegido desde 1971, de donde partió el lobo a la reconquista de los macizos alpinos, antes de alcanzar Francia en 1992 y luego Suiza y Alemania.
Unos 2.000 lobos viven en la actualidad en Italia. Si bien la convivencia con los ganaderos se desarrolla sin grandes sobresaltos en el parque nacional de los Abruzos —donde el lobo siempre ha estado presente—, esta es mucho más conflictiva en las regiones en las que el animal apareció recientemente, como el Piamonte, Venecia o la Toscana.
Entre 200 y 300 lobos serían víctimas de la caza furtiva cada año, lo que ha llevado al Gobierno a plantearse -como en Francia- autorizar el sacrificio de una cuota de lobos.
Suiza
Solo habría una cuarentena de lobos en Suiza, llegados desde Francia e Italia desde 1995, pero tienen que enfrentarse a fuertes resistencias, principalmente en el cantón del Valais.
En agosto, el Gobierno anunció que pediría antes de julio de 2018 la retrogradación del estatus del lobo en la Convención de Berna para que pase de “especie estrictamente protegida” a “especie protegida”.
Una petición análoga de Suiza ya fue rechazada en 2006.
España y Portugal
En España hay censados unos 2.500 lobos ibéricos, principalmente en el noroeste del país, aunque cada vez son más los que se aventuran hacia el sur, hasta las regiones centrales de Madrid y Guadalajara. En Portugal, habría unos 300.
La legislación española varía según la región: al norte de la ribera del Duero, se puede cazar al lobo, pero en el sur está estrictamente protegido.
Alemania
Tras haber estado ausente más de 150 años, los lobos, llegados desde Polonia, se reinstalaron en Alemania a principios de los años 2000. Se estima que hay, al menos, 130 adultos, sobre todo en el este del país, en Sajonia y en Brandeburgo.
El 80% de los alemanes juzga positivo el retorno de este animal profundamente anclado al folclore nacional, según un sondeo, aunque numerosos ganaderos están furiosos por las pérdidas que provoca en sus rebaños.
Polonia y otros
Al borde de la extinción tras una campaña de erradicación entre 1951 y 1974, los lobos recolonizaron progresivamente Polonia, donde se calcula que hay entre mil y 1.500.
Viven principalmente en el este del país, especialmente en los montes Bieszczady, pero desde principios de los años 2000 han empezado a verse en la parte occidental del país. Su caza está totalmente prohibida desde 1998.
En cambio, sí que se caza al lobo en algunos periodos en los países bálticos -Estonia, Letonia y Lituania-, donde hay unos 1.200 en total.
Suecia y Finlandia
Suecia cuenta con unos 350 lobos y autoriza de vez en cuando campañas de caza, pese a la oposición de los defensores del depredador, que consideran que está amenazado por el aislamiento y la consanguinidad. Este año, el Parlamento estableció que podían sacrificarse 22 lobos como máximo.
En Finlandia, donde hay unos 200, están protegidos, aunque pueden ser cazados en zonas en las que se los considere una amenaza.
Noruega
En ese país solo viven entre 105 y 112 lobos aunque todos los años se llevan a cabo sacrificios, por la presión de los ganaderos.
El 1 de diciembre, el Gobierno autorizó que se mataran 42 lobos, despertando las críticas de sus defensores pero también de sus detractores, que querían que se sacrificaran 50. El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) quiere recurrir esta decisión ante la Justicia.
Rumanía
Con entre 2.500 y 3.000 lobos, Rumanía tiene uno de los mayores contingentes de Europa. Presionado por los pastores, el ministerio de Medio Ambiente autorizó en septiembre la matanza o el traslado de 97 lobos, provocando la ira de los ecologistas.
Serbia
En Serbia, donde se calcula que hay entre 800 y mil lobos, el animal no está considerado una especie amenazada. Está protegido en la provincia septentrional de Voivodina, pero no en el resto del país, donde la caza del lobo sí que está permitida