Con 121 especies de mamíferos nativos, que incluyen murciélagos, roedores y primates, el municipio de San José del Guaviare, capital del departamento, se posiciona como una de las zonas más ricas del país en diversidad de estas especies, superando incluso a países como Costa Rica y Panamá, reconocidos por su riqueza natural. Sin embargo, su supervivencia se encuentra amenazada por la deforestación y la expansión ganadera y agrícola, entre otros factores.
La firma del Acuerdo de Paz con las antiguas Farc no fue solo la posibilidad de disminuir la violencia en el país, sino que también representó la oportunidad de ampliar el conocimiento científico de Colombia en zonas inexploradas.
Un ejemplo de ello fue el trabajo realizado por investigadores del Instituto de Ciencias Naturales (ICN) la Universidad Nacional (UNAL), quienes durante cuatro años se adentraron en la inmensidad geográfica de San José del Guaviare para establecer un inventario claro sobre la diversidad de mamíferos en la zona y cuáles son sus principales amenazas.
En sus recorridos tomaron muestras de 18 localidades, y uno de sus hallazgos más llamativos tiene que ver con la identificación de Lonchorhina marinkellei, especie de murciélago que antes de la investigación solo se había reportado en Vaupés, hace más de 40 años.
Este murciélago “nariz espada” solo se encuentra en Colombia y mide entre 13 y 14 cm; se alimenta de insectos y está en riesgo de desaparecer por los incendios y la deforestación del Amazonas. Por eso el hallazgo es relevante, ya que daría luces sobre la supervivencia de la especie y su capacidad de adaptación.
“En este registro encontramos que el murciélago se extendió 320 km al occidente de su distribución natural, fenómeno que estaría relacionado con los afloramientos del Escudo guayanés, una región de rocas y minerales antiguos ubicada en el Guaviare”, comenta el profesor Hugo López Arévalo.
El investigador explica además que “el Escudo es como una isla en la selva, en donde la especie pudo transitar gracias a los bosques intermedios que existen entre los ecosistemas y que permiten el intercambio de individuos. Esos pequeños hilos entre los bosques convierten a los murciélagos en ‘saltadores de islas’ de un refugio a otro, y seguramente por eso los registramos tan lejos de donde estaban originalmente”.
En la investigación se hallaron 63 especies de murciélagos, lo que representa un valioso registro para el municipio y el país, pues es el más alto reportado hasta el momento. El registro varía entre especies insectívoras, frugívoras y hematófagas, es decir las que se alimentan de sangre, especialmente de ganado.
Sin embargo, el docente López considera que este registro se debe a la diversidad relacionada con la cobertura de los bosques y los afloramientos rocosos, que tiene que ver con la disponibilidad de cuevas utilizadas como refugio. “Cuando hay deforestación los murciélagos suelen albergarse en las cuevas, y esto hace que las especies hematófagas sobrevivan más por la cercanía con el ganado”.
Así mismo, de las 121 especies, 11 corresponden a primates, que representan el 28,9 % de las confirmadas en el país. También se identificaron 13 especies nativas de pequeños mamíferos no voladores, entre los que se destaca la zarigüeya común (Didelphis marsupialis). “Esta riqueza es baja en comparación con la registrada en zonas como la Amazonia y la Orinoquia, en donde se han reportado de 21 a 24”, aclara el docente.
Lo cierto es que todas comparten el mismo peligro: la deforestación, pese a que esta práctica está prohibida en el departamento mediante la Ley 2 de 1959, por su papel como reserva campesina. El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) señala que, con el 15,7 % de la deforestación del país, Guaviare y el sur del Meta son los mayores núcleos de pérdida de bosque.
“La deforestación provoca la pérdida del hábitat, lo que conduce al desplazamiento de las especies y que compitan entre ellas. Además altera el clima, que afecta la disponibilidad de alimentos y el refugio de los mamíferos”, concluye el docente López.