En la historia de la humanidad se encuentran frecuentemente preguntas, de corte retórico, que tienden a expresar cosas simples que seguramente no comprende fácilmente la mente humana. Está por ejemplo la pregunta ¿Qué fue primero, el huevo o la gallina? Existen otros cuestionamientos como el expresado por Santa Teresa de Jesús, refiriéndose a las prostitutas, en uno de sus poemas; “Quien más digno es de culpar, aunque cualquiera mal haga, la que peca por la paga o el que paga por pecar”
Pues bien, hoy por hoy está surgiendo un nuevo dilema como consecuencia de la problemática ambiental del planeta, específicamente como consecuencia del cambio climático. Resulta que por efecto de este fenómeno la vida de miles de millones de personas estaría en peligro. Un informe avalado por más de 10.000 expertos insiste en la necesidad de disminuir la población humana para dar prioridad a la teoría del calentamiento global. El estudio en mención, recientemente publicado en BioScience, sostiene que la población “debe ser estabilizada e, idealmente, reducida gradualmente dentro de un marco que garantice la integridad social”; he de reconocer que no entiendo el significado de reducir la población en un contexto de integridad social.
Surgen entonces varios dilemas éticos sobre las formas en que se reduciría drásticamente la población mundial, veamos algunos avances hoy desconocidos sobre el tema.
No hace mucho, Bill Gates anunció el lanzamiento de un ‘microchip anticonceptivo’ que evidentemente implicaría parte de un proyecto de despoblación; siendo Bill Gates un abanderado de las teorías propuestas por Thomas Robert Malthus, quien no dudaba en propiciar la muerte de las personas para regular la población, ha invertido dinero en proyectos para reducirla drásticamente y expresó sus intenciones en la siguiente frase “Hoy el mundo tiene 6.900 millones de personas y pronto puede llegar a 9 mil millones. Ahora bien, si hacemos un buen trabajo con las nuevas vacunas, el sistema sanitario, el sistema de control de los nacimientos… podríamos reducir la población en un 10 o 15 por ciento”
El asunto se torna más grave cuando deja de ser retórico y va a la práctica; la Alianza Global para Vacunas e Inmunización (Gavi) se ha propuesto vacunar a cada ser vivo del planeta de buen grado o por la fuerza, bien sea a través de los gobiernos o de avances científicos de última generación. Estas vacunas, fueron denunciadas en un informe de la Comisión de Inspección del Primer Ministro de Pakistán, en este informe se recomendó al gobierno que suspendiera inmediatamente la administración de todo tipo de vacunas financiadas por Gavi, “no solo porque son muy costosas, sino porque están causando muertes en muchos países”.
Como si fuera poco, la ONU ha promovido cartillas con ideología de género en las que se señala por ejemplo “tradicionalmente hemos comprendido que el sexo determina la condición de ser mujeres u hombres; sin embargo, esto no es así; se debe empezar por deconstruir la idea de que solo existen dos sexos y abrir la posibilidad de entenderlos más allá de aquello que históricamente se nos ha enseñado”
La federación Internacional de planificación familiar, organización presente en 152 países agrupa una gran cantidad de instituciones y clínicas de abortos del mundo, no estamos hablando de algo inocuo, menos si contemplamos que dedica cerca de 150 millones de dólares al año para promover el aborto y mejorar las cifras de ese lucrativo negocio.
Dado el espacio para esta columna no puedo ahondar más en el tema, pero si podemos dejar en claro que la humanidad se enfrenta a uno de los mayores dilemas éticos de su historia. Creo que todos deberíamos hacer un esfuerzo por mejorar nuestro comportamiento para con el planeta y lograr así garantizar la vida de nuestros descendientes, sin tocar la vida de los habitantes de hoy.
@alvaro080255