Planeta vs. Plásticos une a estudiantes, padres, empresas, gobiernos, iglesias, sindicatos, personas y ONG en un compromiso inquebrantable para pedir el fin de este material por el bien de la salud humana y del planeta, exigiendo una reducción del 60 % en su producción para 2040 y el objetivo final de construir un futuro libre del mismos para las generaciones venideras.

Es por ello que el tema mundial para el Día de la Tierra del próximo año es “Planeta contra plásticos”.  

Y es que para lograr una reducción del 60 % para 2040, los objetivos de Earthday.ORG son: promover una conciencia pública generalizada sobre el daño causado por el plástico a la salud humana, animal y de toda la biodiversidad y exigir que se realicen más investigaciones sobre sus implicaciones para la salud, incluida la divulgación de cualquier y toda la información sobre sus efectos al público; eliminar rápidamente todos los plásticos de un solo uso para 2030 y lograr este compromiso de eliminación gradual en el Tratado de las Naciones Unidas sobre Contaminación por Plásticos en 2024; exigir políticas que pongan fin al flagelo de la moda rápida y la gran cantidad de plástico que produce y utiliza; e invertir en tecnologías y materiales innovadores para construir un mundo libre de plástico.

“La palabra ambiente significa lo que te rodea. Ahora los plásticos hacen más que rodearnos; nos hemos convertido en el producto mismo: fluye a través de nuestro torrente sanguíneo, se adhiere a nuestros órganos internos y lleva consigo metales pesados ​​que se sabe que causan cáncer y enfermedades. Ahora este producto sorprendente y útil que alguna vez se pensó se ha convertido en algo más, y nuestra salud y la de todas las demás criaturas vivientes está en juego”, dijo Kathleen Rogers, presidenta de Earthday.ORG. 

Añadió que “la campaña Planeta vs. Plásticos es un llamado a las armas, una demanda de que actuemos ahora para acabar con el flagelo de los plásticos y salvaguardar la salud de todos los seres vivos de nuestro planeta”.

Los plásticos se extienden más allá de un problema ambiental inminente; presentan una grave amenaza para la salud humana tan alarmante como el cambio climático. A medida que los plásticos se descomponen en microplásticos, liberan sustancias químicas tóxicas en nuestras fuentes de alimentos y agua y circulan a través del aire que respiramos. La producción de plástico ahora ha crecido a más de 380 millones de toneladas por año. Se ha producido más plástico en los últimos diez años que en todo el siglo XX, y la industria planea crecer explosivamente por un futuro indefinido.

“Todo este plástico fue producido por una industria petroquímica con un historial abismal de emisiones tóxicas, derrames y explosiones”, dijo Denis Hayes, presidente emérito de Earthday.ORG. “Los plásticos se producen en instalaciones contaminantes que de alguna manera parecen estar siempre ubicadas en los barrios más pobres. Algunos plásticos son letales cuando se queman; otros plásticos transmiten sustancias químicas que alteran las hormonas; y todos los plásticos pueden matar de hambre a las aves y sofocar la vida marina. En cada etapa de su ciclo de vida, desde el pozo de petróleo hasta el vertedero de la ciudad, los plásticos son una plaga peligrosa”.

El año pasado se produjeron en todo el mundo más de 500 000 millones de bolsas de plástico (un millón de bolsas por minuto). Muchas bolsas de plástico tienen una vida útil de unos pocos minutos, seguida de una vida posterior de siglos. Incluso después de que los plásticos se desintegran, permanecen como microplásticos, partículas diminutas que impregnan cada nicho de vida en el planeta.

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De acuerdo con Earthday.ORG, el año pasado se vendieron 100 mil millones de envases de plástico para bebidas en los Estados Unidos. Eso es más de 300 botellas por habitante. Algunos de ellos se convertirán en bancos de parque; ninguno de ellos se convertirá en nuevas botellas de plástico y el 95% de todos los plásticos en los EE.UU. no se reciclarán en absoluto. Incluso el 5% de los plásticos que se reciclan se “reciclan” a productos inferiores o se envían a países más pobres para su “reciclaje”, lo que deja intacta la demanda de plástico virgen.

Añade que la gente rara vez piensa en agua cuando piensa en plásticos. Pero hacer una botella de plástico para agua requiere seis veces más agua de la que contiene la botella.

Por ello, Earthday.ORG exige que el Comité Internacional de Negociación sobre Contaminación Plástica (INC) ordene el fin de la producción de plástico de un solo uso para 2030 en el Tratado Global de Plásticos. Además, exige que el tratado se implemente utilizando el principio de precaución y la doctrina de quien contamina paga.

La industria de la moda rápida produce anualmente más de 100 mil millones de prendas. La sobreproducción y el consumo excesivo han transformado la industria, lo que ha llevado a que la moda sea desechable. La gente ahora compra un 60 % más de ropa que hace 15 años, pero cada artículo se conserva solo la mitad del tiempo.

Aproximadamente el 85 % de las prendas terminan en vertederos o incineradores, y solo el 1 % se recicla. Casi el 70 % de la ropa está hecha de petróleo crudo, lo que resulta en la liberación de microfibras peligrosas cuando se lava y continúa contribuyendo a la contaminación a largo plazo en los vertederos.