Primeros seis meses de 2017, los más calurosos desde 1880 | El Nuevo Siglo
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Jueves, 10 de Agosto de 2017
Redacción Web con AFP

 

El 2016 marca un nuevo año lúgubre para el clima con nuevos récords de temperaturas y aumento sin precedentes del nivel de los océanos y de las emisiones de gases de efecto invernadero, según un estudio de referencia divulgado este jueves.

Reducción récord de los hielos polares, inundaciones, sequías, aumento de las olas de calor... el último informe anual del "Estado del clima" ofrece un retrato sombrío de nuestro planeta por segundo año consecutivo, en que la temperatura global a batido récords desde el comienzo de los relevamientos en 1880. 

"Los récords de calor del año pasado son producto de la influencia combinada de las tendencias del calentamiento global a largo plazo y un fuerte El Niño a principios del año", la corriente caliente ecuatorial del Pacífico, explica el informe publicado el jueves por la Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) y la Sociedad Meteorológica Estadounidense (AMS).

El documento de 300 páginas que reúne contribuciones de cerca de 500 científicos de más de 60 países, muestra claramente que los principales indicadores del cambio climático siguen reflejando las tendencias de acuerdo a una intensificación del calentamiento del planeta.

Aunque no han sido incluidos en el informe, los primeros seis meses de 2017 también han estado entre los más calurosos registrados desde 1880, según la NOAA.

El informe ve la luz una semana después de que Estados Unidos formalizó ante la Organización de Naciones Unidas su decisión de abandonar el acuerdo de París firmado en 2015 por 195 países.

El presidente Donald Trump consideró el acuerdo "nefasto para la economía estadounidense".

Olas de calor

Varios indicadores clave como las temperaturas en la superficie de la Tierra, el nivel de los océanos y la emisión de gases de efecto invernadero en la atmósfera han superado los niveles récords que ya se habían alcanzado en 2015.  

En 2016, las concentraciones de dióxido de carbono (CO2) alcanzaron 402,9 partes por millón (ppm), superando por primera vez las 400 ppm en la historia moderna y en los relevamientos de glaciares que datan de hasta 800.000 años. 

Varios países, entre ellos México e India, registraron temperaturas anuales récord en 2016. 

Una ola de calor de una semana en la península india, con temperaturas que llegaron a 44ºC, provocó más de 300 muertes y una escasez de agua que afectó a 330 millones de personas. 

En el Ártico, la región más sensible al calentamiento, la temperatura promedio en la superficie el año pasado se situó dos grados por encima del promedio de 1981-2010, batiendo todos los récords.

Al final del invierno en marzo, la extensión máxima de hielos árticos fue la más baja en 37 años de observaciones satelitales. 

En la Antártida, esta extensión fue también muy inferior que el promedio del periodo 1981-2010.

En lo que respecta a la temperatura global de los océanos, también fue la más alta (+0,1°C) que la tendencia de 1950 a 2016, precisó el informe.

Temores de censura

El derretimiento de los hielos marinos y los casquetes polares elevó el nivel del mar a un nuevo récord, 82 milímetros por encima de la media registrada en 1993. 

En las regiones ecuatoriales se produjeron 93 tormentas tropicales el año pasado, más que las 82 en promedio entre 1981 y 2010 pero menos que las 101 que hubo en 2015.

"El cambio climático es uno de los problemas más acuciantes de la humanidad y la vida sobre la Tierra", escribieron los autores de este informe de referencia, disponible en internet.

Otro informe realizado por 13 agencias federales estadounidenses, publicado esta semana por el New York Times, detalló los efectos del cambio climático en Estados Unidos, donde las temperaturas han aumentado de forma espectacular en las últimas décadas, alcanzando las cotas más calurosas en 1.500 años.

Este documento no fue hecho público ni cuenta con el aval de la administración Trump.

Los científicos temen que el informe sea censurado porque contradice la afirmación del presidente Trump y de miembros de su gabinete según la cual la contribución humana al cambio climático no ha sido demostrada.