Gracias a varias acciones de protección de los tiburones en la Reserva de Biosfera Seaflower, así como en su Área Marina Protegida, que incluyen una acción popular y trabajo interinstitucional por décadas, hoy arroja importantes frutos para la vida marina, sobre todo para varias especies amenazadas de tiburones.
Así lo determinó una reciente investigación de Diego Cardeñosa y luego de hacer un monitoreo a nivel mundial (que incluyó la RB Seaflower) y puntos estratégicos dan como resultados, que las áreas del departamento archipiélago son la segunda en protección, refugio y vividero de tiburones.
El proceso investigativo nació con la disposición de aproximadamente 55 cámaras por arrecifes, lo que permitió avistar un número relevante de tiburones en el gran caribe, identificando a Seaflower con la mayor cantidad de estas especies en comparación con otras áreas estudiadas.
Durante la indagación se tuvo presente los estudios de las Expediciones Científicas Seaflower además de una recopilación de videos tomados en las Islas Cayos de Serranilla, Albuquerque, Providencia y Santa Catalina.
El análisis se hizo de manera global utilizando la misma metodología, en la que pudo evidenciar que el departamento es la zona regional de mayor abundancia de tiburones de arrecifes, avistando grandes individuos de especies como: coralinos, nodriza, y una alta abundancia de martillo y tigres, que son los depredadores topes del arrecife; “mostrándose como una buena señal que se tengan este tipo de peces, lo que arrojó igualmente que fuera de Bahamas y Seaflower la cantidad de tiburones encontradas en otras zonas era de 6 y hasta 7 veces menor que en cualquier otro lugar del caribe”, aseveró Cardeñosa
Lo anterior indica que, la reserva es uno de los refugios a nivel global donde se tienen este tipo de especies y poblaciones más sanas, lo que cobra mucha importancia para los habitantes del archipiélago, pues refleja el compromiso directo que tiene la comunidad local con tiburones en la reserva.
Ante la protección constante de las autoridades como la Corporación Coralina junto con la Armada Nacional, Secretaria de Agricultura y Pesca, tribunal contencioso administrativo de San Andrés, además del compromiso de la población de no cazar peces cartilaginosos y la prohibición de pesca con trasmallo, dan cuenta de la sostenibilidad que presentan las áreas marinas protegidas.
Según el biólogo Diego Cardeñosa el compromiso está en “seguir protegiendo la reserva y estar más pendientes de las poblaciones de tiburones, ya que el mundo está viéndonos como ese gran reservorio de la especie”. /Coralin