Astrónomos de una universidad chilena lograron un descubrimiento que, aseguran, cambiará la actual teoría de la formación de los planetas, gracias a una imagen de un disco protoplanetario ubicado a 1.500 años luz de la Tierra, obtenida con el poderoso telescopio ALMA.
Un disco protoplanetario es un disco plano y extenso de hielo, polvo y partículas rocosas supendidas en gas que orbitan alrededor de una estrella.
El año pasado, este grupo de astrónomos de la Universidad Diego Portales (UDP) se sorprendió cuando recibió por primera vez una imagen de la llamada "línea de nieve de agua" al interior de un disco protoplanetario ubicado en la nebulosa de Orión, vital para la formación de planetas que orbitan una estrella joven.
Esta estrella tuvo un brusco aumento en su luminosidad que provocó una erupción estelar, recalentando el disco y alejando la línea de nieve a una distancia que permitió obtener la inédita imagen al Atacama Large Millimeter/ submillimeter Array (ALMA), el radiotelescopio más potente del mundo, ubicado en el Llano Chajnantor, en el norte de Chile, a más de 5.000 metros de altura.
El desplazamiento de la "línea de nieve de agua" fue calificado como "inesperado" por los expertos, quienes piensan que podría tener consecuencias importantes sobre lo que hasta ahora se conoce acerca del proceso de formación de planetas, ya que la actual teoría de este fenómeno sostiene que estas líneas de hielo son estáticas.
"Esto es como un ingrediente nuevo que cambia la teoría actual de formación de planetas", afirmó este miércoles a la AFP el argentino Lucas Cieza, director del Núcleo de Astronomía de la UDP y uno de los investigadores que realizó el descubrimiento, que dio a conocer esta información en una rueda de prensa.
- Agua vital para la vida -
El agua que contienen las líneas de nieve fue vital para la vida en la Tierra durante su formación.
Nuestro mundo es uno de los llamados planetas rocosos que se originaron al interior del disco protoplanetario de nuestro Sistema Solar hace millones de años, cuando la temperatura era demasiado alta para que absorbieran el agua que en esta zona se hallaba en forma de vapor.
Con el nuevo descubrimiento, los astrónomos creen que el desplazamiento de la línea pudo causar impactos en la formación de estos planetas, como evitar que adquieran el agua de la nieve al estar demasiado lejos, o que, al contrario, hayan recibido el líquido desde el cinturón de asteroides del Sistema Solar, donde creen que se encontraba la línea.
"Por muchísimo tiempo se creyó que el agua venía de los cometas formados por la nieve de la línea y que venían de las extremidades del Sistema Solar. Pero ahora probablemente el agua no venga de los cometas sino de los asteroides, que tienen menos agua pero están más cerca de la Tierra", afirmó el astrónomo.
En cambio, fuera de la línea de hielo, se originan los planetas gaseosos como Júpiter, a partir de enormes bolas de nieve que funcionan como pegamento acelerando el proceso de formación de estos cuerpos celestes.
Los investigadores coinciden en que este descubrimiento trae más preguntas que respuestas en cuanto a la formación de los planetas, por lo que realizarán nuevas búsquedas de líneas de nieve para responderlas.
El trabajo de los astrónomos será publicado en la prestigiosa revista Nature.