MIENTRAS el mundo espera una cura que ponga fin al coronavirus y a sus efectos económicos y sociales, los profesores Sarah Gilbert del Jenner Institute y Andrew Pollard del Oxford Vaccine Group (OVG) lidera el equipo, de aproximadamente 250 investigadores, que han presentado los mayores avances y se perfilan como los más seguros creadores de una vacuna contra el SARS-CoV-2.
Gilbert es profesora de vacunología en la Universidad de Oxford y está especializada en el desarrollo de vacunas contra la gripe y los patógenos virales emergentes. Lideró el desarrollo y las pruebas de la vacuna universal contra la gripe, que se sometió a ensayos clínicos en 2011 y que incorporan una proteína patógena dentro de un virus seguro, lo que inducen una respuesta de células T, que puede usarse contra enfermedades virales, contra la malaria y el cáncer.
A diferencia de las vacunas convencionales, la vacuna universal contra la gripe no estimula la producción de anticuerpos, sino que activa el sistema inmune, razón por la cual no debe ser reformulada cada año y evita que las personas necesiten una vacuna periódica contra la gripe estacional.
El descubrimiento es prometedor porque estudios independientes a la investigación de la vacuna han sugerido que los anticuerpos pueden desaparecer en unos meses, mientras que las células T pueden permanecer en la circulación durante años.
Sarah Gilbert
La experiencia de Gilbert en la fabricación y prueba de vacunas fue resaltada por la Organización Mundial de la Salud durante el brote de Ébola en 2014, cuando a ella y a su equipo se les dio la responsabilidad de desarrollar un plan de acción para controlar la enfermedad, cada vez que estallara un nuevo contagio en el futuro.
Por tanto cuando la pandemia de coronavirus surgió por primera vez en Wuhan, China, Sarah y su equipo estaban armados con años de investigación sobre el MERS (coronavirus del síndrome respiratorio de Medio Oriente MERS-CoV) para producir un candidato a vacuna que, al igual que las anteriores, utiliza un vector adenoviral, que estimula una respuesta inmune contra la proteína espiga del coronavirus.
Durante el ensayo, la vacuna ha sido evaluada en más de 1.000 voluntarios adultos sanos con edades comprendidas entre los 18 y los 55 años en un ensayo controlado aleatorio. Un subconjunto de estos voluntarios recibió dos dosis de la vacuna y se observó una respuesta inmunológica más fuerte lo que indica que ésta podría ser una buena estrategia para la vacunación.
Gilbert se graduó en Ciencias Biológicas, por Universidad de Anglia del Este, realizó su doctorado en la Universidad de Hull donde se centró en bioquímica y trabajó como investigadora postdoctoral en la industria. En el año 1994 regresó a la Universidad, uniéndose al laboratorio de Adrian V. S. Cerro donde investigó las interacciones huésped-parásito en la malaria. Fue nombrada lectora en vacunología en la Universidad de Oxford en el año 2004 y profesora en el Instituto Jenner en 2010.
Andrew Pollard
Gilbert lidera el trabajo sobre la vacuna contra el Covid-19 junto al profesor Andrew J Pollard, director del OVG que realiza estudios de vacunas nuevas y mejoradas para niños y adultos y tiene su sede en el Departamento de Pediatría de la Universidad de Oxford.
Pollard es médico especialista en enfermedades infecciosas pediátricas. Obtuvo su doctorado en el Hospital St Mary's de Londres en 1999, estudiando la inmunidad en niños y trabajó en respuestas inmunes innatas antibacterianas. Actualmente es profesor de Infección e Inmunidad Pediátrica en la Universidad de Oxford.
Por su parte el OVG fue fundado en 1994 por el profesor E. Richard Moxon y está compuesto por unos 75 miembros en varias disciplinas.
El grupo lleva a cabo investigaciones sobre vacunas para mejorar la comprensión de la inmunidad y realiza ensayos clínicos de vacunas nuevas o mejoradas en niños y adultos que padecen distintos tipos de influenza.
Se especializan particularmente en la investigación de la enfermedad meningocócica. Han llevado a cabo investigaciones sobre vacunas contra la fiebre tifoidea y más recientemente contra el ébola.
El profesor Pollard es el presidente del Comité Conjunto de Vacunación e Inmunización y junto con la doctora Gilbert comprendieron la necesidad de un rápido desarrollo de la vacuna para contener al coronavirus.
Gilbert había dicho en el mes de febrero de 2020 que “los nuevos patógenos como el nCoV-19 requieren un rápido desarrollo de la vacuna. Al usar tecnología que se sabe que funciona bien para otra vacuna de coronavirus, podemos reducir el tiempo necesario para prepararse para los ensayos clínicos”.
En el momento en que los científicos chinos publicaron la secuencia genética del nuevo coronavirus, el pasado 10 de enero, Gilbert y su equipo comenzaron a trabajar en el mismo. "No sabíamos qué era desde el principio… sin embargo tan pronto como salió la secuencia, pedimos hacer algo; lo probamos en ratones y mostramos lo que podemos hacer", expresó recientemente la científica.
Efectivamente, el candidato de la vacuna de la Universidad de Oxford fue identificado por el equipo de Gilbert en la primera semana de marzo, en un sorprendente período de sólo tres meses.
Probablemente es la confianza de la investigadora en su equipo lo que los ha llevado tan lejos e incluso a afirmar, cuando se les preguntó sobre la disponibilidad de la vacuna contra el Covid-19, que "espero que podamos mejorar los plazos y acudir al rescate antes del invierno”.