El mundo tiene tres años para frenar sus emisiones de gases de efecto invernadero y debe prepararse para abandonar los combustibles fósiles, alertaron ayer los expertos del clima de la ONU, que proponen cambios radicales en nuestra manera de vivir.
Tras una larga negociación, los expertos en clima de la ONU publicaron una guía con propuestas firmes para frenar el calentamiento del planeta, un desafío a su juicio decisivo para el futuro de la Humanidad.
En un contexto de alza de precios de la energía, los expertos del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) creen que el abandono del carbón es necesario de aquí a 2050, y que el mundo debe renunciar en un 60% como mínimo al petróleo, y en un 70% al gas.
Las emisiones de CO2 tienen que ser frenadas de aquí a 2025 para que el futuro de la Humanidad sea “viable”.
Para que el calentamiento del planeta no genere cambios irreversibles, esas emisiones deben alcanzar su pico máximo en tres años, y luego a caer drásticamente.
“Estamos ante una encrucijada”, explicó el jefe del IPCC, Hoesung Lee. “Las decisiones que tomemos ahora pueden garantizar un futuro viable. Tenemos las herramientas y el conocimiento necesarios para limitar el calentamiento”, añadió.
Con los actuales compromisos, el objetivo de controlar el aumento de la temperatura media del planeta a +1,5º está “fuera del alcance”, explicó el informe. Ni siquiera se lograría el +2ºC, sino que el mundo se dirige hacia un calentamiento “catastrófico” de 3,2ºC.
Algunos mienten
“Algunos gobiernos y líderes empresariales dicen una cosa pero hacen otra. Por decirlo llanamente, mienten. Y los resultados serán catastróficos” advirtió el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en un mensaje video tras la publicación del informe.
En los últimos meses, el IPCC ha publicado las dos primeras entregas de una trilogía de evaluaciones científicas gigantescas.
Miles de páginas describen el efecto invernadero, que está calentando el planeta, y lo que eso significa para la vida y la fauna.
Este tercer informe describe qué hacer al respecto. Pero esa respuesta tiene amplias ramificaciones políticas, ya que las soluciones climáticas afectan prácticamente a todos los aspectos de la vida moderna y requieren una inversión desconocida hasta la fecha.
Por el momento la energía de origen solar y eólica solo representó un 10% del total de la producción eléctrica mundial en 2021, según el centro de análisis Ember.
Las propuestas más radicales abogan por reducir drásticamente el transporte aéreo, obligar a los usuarios a abandonar los vehículos con carburantes tradicionales en favor de los eléctricos, refundar la cadena alimenticia, reduciendo el consumo de carne, repensar la forma de construir las casas...
Las negociaciones en torno a este nuevo informe del IPCC han sido largas, más de dos semanas, línea por línea.
Los países en vías de desarrollo reivindicaron especialmente su derecho a seguir aumentando el nivel de vida de sus poblaciones, que suponen la gran mayoría del planeta.
El informe reconoce que los hogares que representan el 10% de la riqueza mundial emiten el 45% de esos gases de efecto invernadero.
Dos tercios de ese 10% viven en los países ricos.
Tecnologías desconocidas
El mundo debe acelerar la implementación de tecnologías para absorber el CO2 de la atmósfera, que apenas han sido exploradas, y que nunca han sido utilizadas de forma masiva, aseguran los climatólogos.
“Disponer de políticas públicas, infraestructuras y tecnología para poder cambiar nuestro estilo de vida y nuestros comportamientos” es esencial, explica el grupo de expertos.
El planeta ya ha llegado a +1,1°C, lo que según los expertos del IPCC, ha provocado episodios climáticos extremos en el mundo.
Y al mismo tiempo, el precio de la gasolina está batiendo récords en lugares como Estados Unidos.
El impacto en la inflación es devastador, y el crecimiento económico que debía llegar tras las grandes restricciones provocadas por la pandemia no llega.
“Me rompe el corazón, como militante del clima ucraniana, vivir una guerra que lleva en su germen el dinero los combustibles fósiles”, comentó Olha Boiko, miembro de Climate Action Network.
Principales puntos del informe
El nuevo informe de los expertos del cambio climático de la ONU (IPCC) propone una serie de medidas para luchar contra el fenómeno y mantener la posibilidad de un futuro “viable”.
Pico de emisiones en 2025
Si las emisiones de gases de efecto invernadero no se reducen sensiblemente de aquí a 2030, el objetivo de +1,5°C para la temperatura media del planeta quedará “fuera de alcance”.
Las políticas actuales abren la vía a un calentamiento del planeta de +3,2°C de aquí a finales de siglo.
Las emisiones deberían por lo tanto llegar a su máximo en 2025, lo que parece improbable. La trayectoria volvió a subir en 2021, hasta situarse en los niveles récord anteriores a la pandemia.
El nivel de emisiones de 2019, que equivale al “presupuesto carbono” disponible para conservar el 66% de las posibilidades de permanecer por debajo de +1,5°C, será totalmente consumido en ocho años.
Sustituir las energías fósiles...
Si todos los yacimientos de petróleo, gas y carbón actualmente siguen siendo explotados, sin que haya una tecnología que atrape el carbono emitido, será imposible llegar a +1,5°C.
Para empezar hay que eliminar las subvenciones para las energías fósiles, de forma que las emisiones bajen un 10%.
Para lograr un +2°C, el 30% de las reservas de petróleo, el 50% de las de gas y el 80% de las de carbón deberían quedarse bajo tierra, si no se consigue captar y almacenar el CO2.
Eso representa billones de dólares de pérdidas.
... por fuentes de baja emisión o neutras
La capacidad de la energía solar y eólica han aumentado claramente, entre 170% y 70% respectivamente, entre 2015 et 2019.
Pero actualmente apenas representan el 10% de la producción eléctrica mundial.
Si se le añade las centrales nucleares y la hidroelectricidad, se llega al 37%. El resto proviene de energías fósiles.
Reducir la demanda
El informe propone incentivar los desplazamientos cortos, utilizando vehículos eléctricos, así como el teletrabajo, el aislamiento de las viviendas, reducir los vuelos en avión.
Eso permitiría llegar a una reducción de las emisiones de gases de entre 40% y 70% de aquí a 2050.