Un acuerdo entre las petroleras argentina YPF y la estadounidense Chevron fue aprobado la medianoche del miércoles por el Congreso de la provincia de Neuquén (sur de Argentina), en medio de incidentes durante una marcha de rechazo a ese entendimiento.

El proyecto para la exploración y explotación de Vaca Muerta, uno de los más grandes yacimientos de hidrocarburos no convencionales del mundo ubicado en Neuquén, cosechó 25 votos contra dos en rechazo, según imágenes de la televisión local.

Antes de la votación, más de 15 personas resultaron heridas, una de ellas por una bala de plomo, cuando la policía reprimió una manifestación de unas 5.000 personas que protestaban contra el acuerdo frente a la sede del Parlamento provincial.

"Un joven recibió una herida de bala de calibre menor 22", dijo Gabriel Gastaminza, ministro de Coordinación de Gabinete de la provincia de Neuquén.

Los manifestantes rodearon el Parlamento provincial, a unos 1.100 km al sudoeste de Buenos Aires, en cuyo territorio se aplicará el convenio con el gigante petrolero estadounidense, que entidades ecologistas e indígenas acusan de no respetar el medio ambiente.

Vaca Muerta tiene una extensión global de 30.000 km2 y es una de las mayores reservas del mundo de hidrocarburos no convencionales de aceite y gas de esquisto, en cuya explotación intervendrá como socia la estatal petrolera YPF.

El acuerdo prevé una inversión inicial de 1.240 millones de dólares por parte del gigante estadounidense Chevron.

Los activistas lanzaron piedras contra el edificio del Parlamento provincial, cuyo control ejerce un partido local aliado a la presidenta Cristina Kirchner.

Los convocantes a la marcha aseguraron que el acuerdo es lesivo para los intereses del país por asegurar réditos a una empresa transnacional y por dañar el medio ambiente.

El Gobierno federal, en base a informes técnicos, sostiene que la profundidad de la explotación impide cualquier tipo de contaminación de napas subterráneas de agua potable.

Argentina avanza en acuerdos de inversión con grupos extranjeros para bajar su déficit en la balanza energética, agravado por importaciones que este año se calculan entre 12.000 y 13.000 millones de dólares, según el gobierno./AFP