El Ministerio de Defensa de Rusia afirmó que están atacando “solo a la infraestructura militar de Ucrania” con armas de alta precisión. Del mismo modo señaló que no hay una amenaza a las ciudades o los civiles ucranianos.
"Los militares del servicio fronterizo de Ucrania no muestran ninguna resistencia a las unidades rusas. La defensa aérea de las fuerzas armadas de Ucrania ha sido suprimida. La infraestructura militar de las bases aéreas de las fuerzas armadas de Ucrania ha sido desactivada", detalló el Ministerio en su declaración.
Rusia también afirmó que los militares ucranianos están abandonando sus posiciones y dejando sus armas.
El Ministerio negó además la afirmación del Ejército ucraniano de que derribó aviones de combate rusos y deshabilitó vehículos blindados lo que calificó de ser una "completa mentira".
Más temprano este jueves, el Comando de Fuerzas Conjuntas de Ucrania anunció que al menos cinco aviones y un helicóptero rusos fueron derribados.
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El presidente ruso, Vladimir Putin, anunció una operación militar especial en la región de Donbás, al este de Ucrania, la madrugada del jueves.
La intervención rusa siguió al reconocimiento de Moscú de las dos regiones separatistas de Lugansk y Donetsk en el este de Ucrania el lunes.
La intervención rusa se produjo pocos días después de que reconociera las regiones controladas por separatistas en el este de Ucrania, lo que provocó la condena internacional y anuncios de sanciones más severas contra Moscú.
En 2014, tras invadir la península ucraniana de Crimea, Moscú comenzó a apoyar a las fuerzas separatistas en el este de Ucrania contra el Gobierno central, una política que ha mantenido durante los últimos siete años. El conflicto causado ha cobrado más de 13.000 vidas, según la ONU.
En los últimos meses, Rusia ha concentrado más de 100.000 soldados alrededor de Ucrania, pero negaba repetidamente que tuviera la intención de invadir.