En las últimas semanas EL NUEVO SIGLO ha entrevistado a diversos alcaldes y alcaldesas locales de Bogotá en aras de conocer las problemáticas que afrontan en sus respectivas localidades. Las cifras y conclusiones reveladas por los mandatarios señalan que la inseguridad provocada por múltiples modalidades va en aumento.
Ante esta situación, crecen los cuestionamientos sobre la precisión de las estrategias actuales dispuestas por las autoridades distritales para combatir el incremento de la inseguridad en Bogotá. Bajo esta premisa, este diario habló con Néstor Rosanía, investigador y consultor en temas de seguridad y defensa, seguridad hemisférica, insurgencia, terrorismo, negociación y conflictos armados, sobre la eficacia que tendrían estrategias localizadas y focalizadas en cada localidad para disminuir los índices de inseguridad.
El experto explica que actualmente el modelo de seguridad implementado por la Policía para abordar la criminalidad corresponde a las unidades dispuestas en toda la ciudad y a los cuadrantes en cada uno de los barrios.
“Dentro de esa territorialidad se afrontan los delitos que vayan sucediendo, entonces el enfoque en una primera capa es a través de la territorialidad. No obstante, la necesidad ha hecho que empiecen a enfocarlo hacia un comando especializado por ejemplo para Transmilenio, entonces ya se deja la territorialidad a un lado en términos de la ciudad y se enfoca a un algo específico, que en este caso es el transporte”, explicó.
Unidades especializadas en delitos
En varias localidades, una de las principales problemáticas es la inseguridad en diversas modalidades, entre las que predominan el hurto a personas, de bicicletas, apartamentos, celulares, vehículos, tráfico de estupefacientes, homicidios, lesiones personales, violencia intrafamiliar, delitos sexuales e incluso amenazas del ‘Tren de Aragua’ y cuerpos embolsados.
En este sentido, Néstor Rosanía señala que una buena estrategia para abarcar la totalidad de estos y otros delitos relacionados con la inseguridad son las unidades especializadas.
“Sería un buen avance, pero no sería la solución total. Se necesita ejercer un control territorial teniendo en cuenta que Bogotá es una ciudad excesivamente grande en términos de espacio geográfico, y lo ideal es que además de eso tuviéramos unas unidades especializadas en delitos. El reto es que generalmente no hay recursos en términos de personal”, sostuvo el experto.
Desgaste de la fuerza policiva
Rosanía indica que uno de los aspectos que juegan en contra de las estrategias actuales para contrarrestar los índices de inseguridad corresponde a que cuando la Policía alerta una crisis en este aspecto, la respuesta del Distrito es anunciar mayor presencia de policías y por ende la ciudadanía asume que todos los nuevos policías ejercerán labores de vigilancia y control al tiempo.
“Eso se empieza a dividir en turnos de ocho horas de servicio, es decir, que para ese momento sólo hay una tercera parte cumpliendo la función, porque los demás están en descanso, en labores administrativas, más los otros que están en labores de vigilancia como escoltas, etcétera”, explica el experto.
Por ello, Rosanía sostiene que la Policía tiene una cantidad de funciones que hace que la fuerza disponible que se tenía al principio se vaya desgastando y por ende terminan siendo menos efectivos de los que se pensaba inicialmente.
Siete nuevos comandos especializados
Este año los objetivos en materia de Seguridad, Convivencia y Justicia están enfocados principalmente en la reducción del atraco y el hurto a personas; en el desorden y la inseguridad en puntos críticos como el centro de la ciudad, los alrededores de Corabastos y Transmilenio; en brindar protección y seguridad a las mujeres y a la Bogotá nocturna.
La Administración Distrital, en cabeza de la alcaldesa mayor Claudia López, dispuso, como parte de su estrategia para mitigar el multicrimen en Bogotá, la creación de siete comandos especializados conformados y combinados con personal de la Policía –comandados por un coronel– y de la Alcaldía Mayor de Bogotá.
El primero corresponde al Comando TransMilenio, a cargo del teniente coronel Jáder Llerena, que, según anunció la alcaldesa en el lanzamiento de este, reforzaría la seguridad de los usuarios en el sistema, su entorno y el espacio público. El grupo especializado también realiza megatomas integrales para combatir la evasión y está conformado por 1.405 policías, 1.179 gestores y 347 guardas de vigilancia.
El Comando Púrpura, bajo la coordinación de la teniente coronel de la Policía Ana Gabriel Gutiérrez, está conformado por más de 500 agentes mujeres. Su objetivo es ayudar, acompañar, cuidar y proteger permanentemente a las mujeres; desarrollar acciones de educación y prevención, disuasión de la violencia, reacción, respuesta rápida y hará "Plan Cazador".
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El Comando Zona Centro, a cargo del teniente coronel Héctor Rodríguez, opera desde la calle 1 hasta la calle 26 y de la carrera 5 a la carrera 17, y coordina a los tres comandantes de Policía de las localidades de La Candelaria, Los Mártires y Santa Fe. Trabaja en la mejoría de la seguridad y la prevención de delitos en zonas como San Victorino, el corredor universitario, las carreras 10 y 13, y los barrios San Bernardo y Santa Fe.
El Comando Corabastos, a cargo del teniente coronel Camilo Torres, lleva a cabo intervenciones integrales para combatir el trabajo infantil, el microtráfico, la extorsión y la invasión del espacio público en el entorno de Corabastos, en barrios como María Paz y Patio Bonito, además de controles y registros a carreteros y coroteros y el Corredor TransMilenio (Avenida Ciudad de Cali).
El Comando Nocturno, conformado por funcionarios de la administración distrital, realiza acciones de control y prevención los días jueves, viernes y sábado desde las 6:00 p.m. y hasta las 6:00 a.m. en los puntos más álgidos de cada una de las 19 localidades. Este comando estará liderado por el secretario de Gobierno, el secretario de Seguridad o el jefe de Gabinete Distrital.
El Comando Ambiental se creó para evitar invasiones en terrenos que no son aptos para la vivienda, en zonas de alto riesgo o de deslizamiento. Recientemente, este grupo especializado adelantó actividades en Usme, Usaquén y Ciudad Bolívar, llevando a cabo seis cierres de centros de acopio de material de arrastre, cinco demoliciones de estructuras y tres incautaciones de maquinaria que era usada para obras ilegales.
Finalmente, el Comando Bogotá Limpia, destinado a controlar a los carreteros, a los recicladores, promoviendo la limpieza y el orden de la ciudad; ha incautado 152 armas cortopunzantes y 83 carretas, ha desmontado 51 cambuches y recolectado 78,5 toneladas de residuos. También ha realizado 12 traslados por protección y restablecido los derechos de siete niños.