Altos precios de alimentos afectará a países pobres | El Nuevo Siglo
La seguridad alimentaria de los más vulnerables se pone en riesgo por la guerra
AFP
Viernes, 18 de Marzo de 2022
Redacción Economía

Los precios mundiales de los alimentos están a punto de seguir subiendo, incluso después de alcanzar un récord en febrero, lo que impone la carga más pesada a las poblaciones vulnerables y se suma a los obstáculos para la recuperación económica mundial.

En un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI), develado por Christian Bogmans, Jeff Kearns, Andrea Pescatori y Ervin Prifti, publicado en su página web, se muestra cómo los choques de precios tendrán un impacto mundial, especialmente en los hogares pobres, en los cuales los alimentos representan una mayor parte de los gastos.

Por ejemplo, los costos de los alimentos representan el 17% del gasto de los consumidores en las economías avanzadas, pero el 40% en el África subsahariana. Aunque esta región depende en gran medida de las importaciones de trigo, el grano constituye solo una pequeña parte de las necesidades calóricas totales.

Los precios de las materias primas alimentarias aumentaron un 23,1% el año pasado, el ritmo más rápido en más de una década, según cifras ajustadas a la inflación de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. La lectura de febrero fue la más alta desde 1961 para el indicador de seguimiento de los precios de la carne, los lácteos, los cereales, los aceites y el azúcar.

Ahora, la guerra en Ucrania y las sanciones a Rusia están alterando los envíos y posiblemente la producción de dos de los mayores productores agrícolas del mundo. Los dos países representan casi el 30% de las exportaciones mundiales de trigo y el 18% del maíz, la mayoría del cual se envía a través de los puertos del Mar Negro que ahora están cerrados. Los futuros de trigo negociados en Chicago, el punto de referencia mundial, subieron recientemente a un récord.



Las diferencias en la dieta también son significativas. En Europa, donde el pan está profundamente arraigado en muchos aspectos de su cultura, el trigo constituye aproximadamente una cuarta parte de la dieta. En el sudeste asiático, el trigo representa solo el 7% frente al 42% del arroz, cuyo aumento de precios hasta ahora ha sido relativamente contenido. Sin embargo, los promedios a nivel de país ocultan diferencias sustanciales dentro de las naciones, ya que los hogares pobres tienden a comer más cereales pero menos carne, verduras y frutas, en comparación con los hogares de ingresos medios.

Finalmente, la interrupción puede ser aún mayor para los países con estrechos vínculos comerciales con Rusia y Ucrania, incluso en Europa del Este, el Cáucaso y Asia Central. Los altos precios del trigo pesarán aún más en las economías de Oriente Medio y África del Norte, como Egipto, que dependen especialmente de las exportaciones rusas.

De cara al futuro, la reducción de los suministros de fertilizantes y el aumento de los precios del petróleo aumentarán los costos de cosecha, transporte y procesamiento de alimentos. Los formuladores de políticas deben evitar que esas presiones alimenten la inseguridad alimentaria, evitando el proteccionismo y aumentando la asistencia social para los más pobres.

El mundo también puede recurrir a las dos economías más grandes si la situación empeora. En Estados Unidos, donde alrededor del 40% de la producción de maíz se destina al etanol, los legisladores podrían reevaluar ese uso. Y China, que posee más de la mitad de las reservas mundiales de trigo y maíz, podría considerar liberar suministros a precios más bajos.

 

Préstamos 

De otra parte, el Directorio Ejecutivo del FMI aprobó un desembolso de US$1.400 millones (DEG 1.005,9 millones) en el marco del Instrumento de Financiamiento Rápido (IFR), para ayudar a hacer frente a las necesidades urgentes de financiamiento y mitigar el impacto económico de la guerra en Ucrania.

La guerra en Ucrania está causando una trágica pérdida de vidas y sufrimiento humano. Si bien las perspectivas están sujetas a una extraordinaria incertidumbre, las consecuencias económicas ya son muy graves, con flujos de refugiados de más de dos millones personas en apenas 13 días y destrucción a gran escala de infraestructura esencial en Ucrania. Este desembolso en el marco del IFR, equivalente al 50% de la cuota de Ucrania en el FMI, ayudará a hacer frente a necesidades urgentes de balanza de pagos derivadas de los efectos de la guerra en curso y proporcionará apoyo crucial a corto plazo, y servirá, al mismo tiempo, para catalizar financiamiento de otros socios.

Las autoridades de Ucrania han cancelado el Acuerdo Stand-by y han expresado su intención de trabajar con el FMI para diseñar un programa económico adecuado que esté orientado a la rehabilitación y al crecimiento, cuando las condiciones lo permitan. Las autoridades tienen la intención de permanecer en estrecha consulta con el personal técnico del FMI mientras continúan formulando e implementando medidas eficaces de mitigación de crisis.

Al término de las deliberaciones del Directorio Ejecutivo, la directora gerente y presidenta del Directorio, Kristalina Georgieva, realizó la siguiente declaración:

La invasión militar rusa de Ucrania ha provocado una enorme crisis humanitaria y económica. La trágica pérdida de vidas, los grandes flujos de refugiados y la inmensa destrucción de la infraestructura y la capacidad productiva están causando un grave sufrimiento humano y provocarán una profunda recesión este año. Las necesidades de financiamiento son importantes, urgentes y podrían aumentar considerablemente a medida que la guerra continúe.

La respuesta de política de emergencia de las autoridades de Ucrania ha sido extraordinaria. Se han introducido controles administrativos y de capital para preservar la disponibilidad de reservas de divisas y reducir la incertidumbre sobre el tipo de cambio. Para brindar más apoyo a la estabilidad financiera, el Banco Nacional de Ucrania ha establecido un nuevo mecanismo de liquidez y ha introducido medidas de tolerancia regulatoria. Si bien se han impuesto límites a la retirada de efectivo, no se han limitado las transacciones sin uso de efectivo. La política fiscal se ha centrado en asegurar los pagos prioritarios. Ucrania ha cumplido con todas sus obligaciones de deuda.

En este extraordinario contexto, el FMI ha aprobado un apoyo financiero crucial. Esto será decisivo para catalizar la movilización a gran escala del financiamiento concesionario adicional, que será necesario para ayudar a cubrir el déficit de financiamiento y mitigar el impacto económico de la guerra. Una vez que haya terminado la guerra y pueda realizarse una evaluación adecuada de los daños, es probable que se necesite un importante respaldo adicional para apoyar los esfuerzos de reconstrucción.

 

 

RECUADRO

Brechas de género

La pandemia ha profundizado las brechas de género de larga data, y las mujeres continúan soportando la carga del trabajo no remunerado. Al estructurar el gasto y los impuestos de manera que promuevan la igualdad de género, un proceso llamado presupuesto de género, los gobiernos pueden ayudar a cerrar la brecha.

EL FMI hace un balance de las prácticas presupuestarias de género en los países del Grupo de los Veinte utilizando datos de una encuesta reciente del FMI. La investigación muestra que, si bien todos los países del G20 han promulgado políticas fiscales centradas en el género, las herramientas presupuestarias para hacer operativas, evaluar, monitorear y auditar estas políticas siguen siendo más limitadas. Muy pocos países evalúan el impacto inicial de las políticas sobre género o evalúan su eficacia ex-post.

El personal técnico del FMI evaluó el desempeño relativo de las prácticas de los países, utilizando un índice de presupuesto de género (GBI) enmarcado en torno a los cuatro pilares del marco de presupuesto de género del FMI. El índice utiliza datos recopilados de la encuesta del FMI y clasifica a los países en alto, medio o bajo, según su puntuación. En relación con sus pares del G20, Canadá, México, Francia, Corea del Sur y Japón obtienen una puntuación alta en el GBI.