A pesar que el director del Centro Nacional de Memoria Histórica, Darío Acevedo, ha insistido en que reconoce la existencia del conflicto armado en Colombia, el día de ayer la Asociación para la Promoción Social Alternativa, Minga procedió a retirar los archivos físicos institucionales que en ánimo de aportar a la memoria del país había compartido con esta institución, cuando al frente de la misma se desempeñaba el profesor Gonzalo Sánchez.
Explicó Minga que “la reconstrucción de la Memoria en Colombia bajo garantías de participación activa y vinculante de las víctimas y organizaciones de derechos humanos, fue gravemente herida con el nombramiento de Darío Acevedo como Director del Centro Nacional de Memoria Histórica, razón por la cual, como habíamos anunciado”, fue retirada esa documentación que había compartido.
Agregó Minga que “como denunciamos públicamente, al hacerse efectivo dicho nombramiento, nos preocupan el perfil y las posturas del señor Acevedo en relación con la negación del conflicto armado, así como de rechazo y estigmatización a víctimas además de organizaciones que a todas luces van en contravía del espíritu misional del Centro Nacional de Memoria Histórica”.
Diana Sánchez, directora de Minga, indicó sobre el particular que, “dice el filósofo alemán Johannes Baptist Metz: ‘memoria moral’ es aquella capaz de atender los gritos de dolor de las víctimas inocentes y suscitar compasión, solidaridad y justicia. Eso no pasa con el actual Centro de Memoria Histórica”.
Añadió “nos preocupa la negación del conflicto y que la información que va a tener en su poder pueda ser utilizada de manera antiética o de mala fe. Desde hace años varias organizaciones aceptamos la invitación de suministrarle a esa entidad los archivos que recogimos de contexto sobre el conflicto. Entonces, si el director no cree que haya sido así, perdimos el tiempo. ¿La razón? su visión da a entender que a su juicio el material ni es válido ni legítimo. Ahora, la dirigencia del Centro Democrático, fundamentalistas e ideologizada, está arrasando con todo. Es más, para nosotros no tienen un enfoque de derechos humanos y menos de defensa de las víctimas”.
Esta semana, Acevedo en una entrevista al diario La Nación, de Neiva, indicó “evidentemente ha habido conflicto armado, pero por sí solo no nos aclara todos los problemas que están enredados en una confrontación armada. Es necesario tener en cuenta un período muy amplio del mismo, más de 50 años en el que han habido altas y bajas, gran intensidad, baja intensidad en la confrontación, épocas de ofensivas de las guerrillas que pudieron llegar a convivir una especie de guerra sobre todo a final del siglo pasado, y luego una contraofensiva del Estado a través de la política de seguridad democrática impulsada por el presidente Uribe que dejó maltrecha particularmente le guerrilla de las Farc”.
Añadió, “en el caso colombiano tiene de particular que aquí se vivió el conflicto en el marco de una democracia, no hubo una dictadura propiamente dicha. Los problemas de nuestra democracia son muy parecidos a los de cualquier democracia en Latinoamérica. Incluso hemos estado por encima de muchos países en ese sentido, porque aquí los militares no han estado en el poder”.