En medio de una pandemia como la del covid-19, en donde una de las medidas más eficaces para disminuir el riesgo de contagio es, precisamente, el lavado permanente de las manos, es evidente que la escasez y las limitaciones al acceso del vital líquido son una amenaza global, y más aún cuando el cambio climático sigue aumentando su peligrosidad.

Contrarrestar ese grave peligro es uno de los ejes de la celebración hoy del Día Mundial del Agua. Según la Organización de Naciones Unidas, la idea de la jornada no solo es insistir en la preservación urgente del recurso hídrico sino crear conciencia sobre la crisis mundial sectorial. Si el planeta no avanza decididamente en estos dos aspectos será imposible cumplir el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 6: cobertura global de agua y saneamiento a 2030.

Por lo mismo el tema del Día Mundial del Agua 2021 es la valoración de esta. Ello partiendo de la base de que “el valor del agua es mucho más que su precio: el agua tiene un valor enorme y complejo para nuestros hogares, alimentos, cultura, salud, educación, economía y la integridad de nuestro medio ambiente natural. Si pasamos por alto alguno de estos valores, corremos el riesgo de administrar mal este recurso finito e irreemplazable”.

Precisamente por ello es por lo que hoy la ONU presentará su informe sobre “El desarrollo de los recursos hídricos en el Mundo 2021 sobre la valoración del Agua”.

En el informe del año pasado, obviamente con datos anteriores a la pandemia, se indicó que el uso de agua había aumentado en todo el mundo en aproximadamente un 1% anual desde la década de 1980.

“Esto impulsado por una combinación de crecimiento demográfico, desarrollo socioeconómico y patrones de consumo cambiantes. Se espera que la demanda mundial de agua continúe aumentando a un ritmo similar hasta 2050, lo que representa un aumento del 20 al 30% por encima del nivel actual de uso de agua, principalmente debido al aumento de la demanda en los sectores industrial y doméstico”, indicó el reporte.

Asimismo se trajo a colación que más de dos mil millones de personas vivían en países que experimentan un alto estrés hídrico, y alrededor de cuatro mil millones de personas experimentaban una grave escasez de agua durante al menos un mes del año. Esos niveles de estrés aumentan a medida que sube la demanda de agua y se intensifican los efectos del cambio climático.

Le puede interesar: Plan piloto para la restauración de las cuencas hídricas

La crisis “está aquí”

Incluso la semana pasada, la Unicef señaló que más de 1.420 millones de personas, incluidos 450 millones de niños, viven en zonas donde no está garantizada el agua.

“La crisis mundial del agua no está simplemente por llegar, ya está aquí, y el cambio climático no hará más que empeorarla”, aseguró la directora ejecutiva de la agencia, Henrietta Fore.

Agregó que los niños son las mayores víctimas. Cuando no hay suficiente agua, faltan a la escuela para ir a buscarla, sufren desnutrición porque hay menos cosechas, contraen enfermedades transmitidas por el agua y no pueden lavarse las manos adecuadamente, un tema clave en medio de la pandemia.

¿Y Colombia?

A finales de 2018 se presentó la última versión del Estudio Nacional del Agua (ENA -2018). Allí se señaló, por ejemplo, que el sector con mayor participación en el uso de agua 2016 fue el de agricultura con el 43%. Le siguieron el de hidroenergía y pecuario con 23% y 8%, respectivamente.

También se indicó que el riego solo satisface aproximadamente el 10% del requerimiento hídrico- agrícola. Este porcentaje minoritario se considera el Uso de Agua para Riego de la Agricultura. El 90% de requerimiento de agua de los cultivos se suple con agua lluvia.

Igualmente, la demanda total de agua se incrementó de 2012 a 2016 en el 5%. Los sectores con mayor crecimiento fueron piscícola, hidroenergía y servicios.

El ENA-2018 llamó la atención en torno a 391 municipios susceptibles a desabastecimiento de agua, distribuidos en 24 departamentos, siendo los más afectados La Guajira, Magdalena, Cesar, Tolima, Bolívar, Quindío, Santander, San Andrés y Providencia y Valle del Cauca.

Sobre los glaciares, se alertó que en los últimos 30 años su masa se redujo en un 56%, equivalente a 47,1 kilómetros cuadrados.

Frente a todo ello, se estableció un Consejo Nacional del Agua, cuya quinta sesión, precisamente, se realizó el pasado 17 de diciembre, con la participación de varios ministerios, Planeación Nacional y el Ideam.

“Este Consejo tiene una importancia enorme sobre todo hoy, que tenemos unos grandes retos y desafíos enmarcados en temas de interés de los ciudadanos como nuestro recurso hídrico, el agua. Queremos dejar una línea importante de trabajo y que a julio de 2022 podamos tener cada vez más resultados en esta materia”, aseguró el ministro de Ambiente, Carlos Eduardo Correa.

Durante la sesión, la cartera ambiental expuso el Plan de Acción 2020-2022 para el cuidado y uso eficiente del agua que establece diferentes mesas de trabajo y estará enfocado en cuatro ejes temáticos: abastecimiento y saneamiento, riqueza natural como activo estratégico, información del recurso hídrico y uso eficiente y ahorro del agua. Este Plan, que articula cuatro políticas sectoriales, tres Conpes, tres planes sectoriales, cinco programas y dos estrategias, fue aprobado unánimemente.

Incluso, la preservación del recurso hídrico es uno de los temas clave para poder cumplir con la estrategia de lucha contra el cambio climático en Colombia. Y así quedó establecido en las metas del país en acción climática, presentadas días atrás, y que señalan las actividades a desarrollar esta década para alcanzar los compromisos derivados de la agenda de Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030.

También es fundamental dentro de este propósito de protección hídrica la reforestación. De hecho, el país llegó semanas atrás a la siembra del árbol número 50 millones en dos años y medio. En 2021 se plantarán 82,5 millones de árboles más y la meta a 2022 es llegar a los 180 millones. De igual manera, se logró reducir la deforestación de manera sostenida durante 2018 y 2019, evitando así la pérdida de más de 60.000 hectáreas de bosque.

A ello también se suma el esfuerzo sostenido para la protección de los humedales en Colombia, debido a su importancia en la regulación y la estabilidad del clima, el control de inundaciones y la conservación de la riqueza de especies de flora y fauna. Además, suministran la mayor parte del agua dulce.

Otro avance clave aquí es la integración del Mapa Nacional de Ecosistemas Continentales, Costeros y Marinos a los mapas Potencial de Humedales y de Humedales Marino-Costeros.

No menos importante en este frente fue la reciente adopción del Plan Nacional de Suministro de Agua Potable y Saneamiento Básico Rural.

Es más, la Comisión de Sabios recalcó en 2019 que la riqueza hídrica del país era una clave de desarrollo, según lo documentó en el capítulo: Colombia, la oportunidad del agua: dos océanos y un mar de ríos y aguas subterráneas”.

Otras noticias: El Ártico puede reverdecer con arbustos como hace 125.000 años

Cinco datos clave

• 1 de cada 3 personas viven sin agua potable.

• Un sistema de saneamiento y un suministro de agua adaptados al cambio climático podrían salvar la vida de más de 360 mil bebés cada año.

• Si se limita el aumento del calentamiento global a 1.5°C por encima de los niveles preindustriales, se podría reducir la sequía causada por el clima hasta en un 50%.

• El clima extremo ha causado más del 90% de los desastres mayores en la última década.

• Para 2040 se proyecta que la demanda mundial de energía aumente en más del 25% y que la de agua se incremente más del 50%.

Fuente: ONU