* Medio país en estado de alerta por lluvias
* Lo mejor es mantenerse seguro en casa
La intensidad de la primera temporada invernal del año tiene prendidas todas las alarmas a nivel nacional. Los informes del Ideam señalan que la cantidad de lluvias en lo corrido de marzo está superando ya los promedios históricos y solo hacia mediados o finales de abril las difíciles condiciones climáticas empezarían a ceder paulatinamente. Como se había advertido, la presencia del fenómeno de La Niña ha incidido de forma sustancial en el incremento atípico de las precipitaciones.
Los reportes de la Unidad Nacional de Gestión de Riesgos y Desastres advierten que la situación es muy delicada, y prueba de ello es que hay decenas de municipios y algunos departamentos que ya declararon estado de emergencia e incluso de calamidad pública. Con corte al pasado fin de semana, ya se habían registrado más de 250 contingencias en 166 poblaciones, solo este mes. Derrumbes, inundaciones, crecientes súbitas, vendavales acompañados de fuertes lluvias, avenidas torrenciales así como granizadas e incluso una tormenta eléctrica fueron reportadas en distintas zonas del país. Lamentablemente el saldo fatal ya se acerca a medio centenar de víctimas, una treintena de heridos, más de 2.500 familias damnificadas y cerca de 1.700 viviendas afectadas. Nariño, Cundinamarca, Huila, Cauca, Antioquia y Valle del Cauca son las regiones más golpeadas, en tanto se reportaban daños en más de 200 puntos viales, 16 puentes vehiculares y 11 peatonales, entre otros.
Como se ve, el país se enfrenta a una emergencia invernal, con el agravante de que el fenómeno climático se produce de forma paralela a un crecimiento sostenido de contagios y muertes por el covid-19 en las últimas dos semanas, al punto que ayer ya varios gobernadores y alcaldes estaban decretando restricciones a la movilidad poblacional para tratar de contener el riesgo de un tercer pico pandémico.
Esa coyuntura sanitaria se convierte en una limitante más en la atención a los damnificados, ya que si estos son relocalizados temporalmente en salones comunales y otro tipo de refugios, es imperativo mantener allí, así como en todos los operativos de asistencia y atención de emergencias, los protocolos de bioseguridad al máximo. Esta es una precaución de obligatorio cumplimiento para todas las entidades operativas del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres. El personal de la Defensa Civil, Cruz Roja, bomberos, Fuerza Pública y demás autoridades regionales y locales no puede flexibilizar el uso del tapabocas, distanciamiento social, lavado de manos y otras medidas básicas sanitarias. Igual debe ocurrir en el transporte, albergue y asistencia a las familias afectadas por la drástica temporada invernal.
Acorde con los últimos reportes meteorológicos y mapa de riesgos, las regiones Andina y Pacífica, principalmente Antioquia, Eje Cafetero, Boyacá, Cundinamarca, Cauca, Nariño y Chocó son las zonas en donde se prevé que las lluvias seguirán por encima de lo normal. En el piedemonte llanero y la Amazonía, así como en la parte sur de la región Caribe, también hay alertas prendidas.
Si bien hasta el momento la asistencia a los damnificados se ha podido sufragar con los recursos propios de las autoridades del sistema de atención de emergencias, la ciudadanía debe estar atenta al momento en que se requieran sus aportes y solidaridad. Por igual, las autoridades deben actuar con toda la celeridad del caso para evacuar a personas en riesgo. Por igual es urgente que se evite que en la temporada de Semana Santa los turistas se arriesguen en las orillas de ríos y quebradas, que además requieren un permanente monitoreo para detectar a tiempo represamientos y riesgos de avalanchas. No menos clave es mantener limpios caños, desagües y redes de alcantarillado. Por ahora las cotas de los ríos Magdalena y Cauca se mantienen dentro de los límites pero si continúa lloviendo intensamente la situación se complicará…
Visto todo lo anterior, resulta evidente que ante la dura temporada invernal y la difícil coyuntura por el covid-19 lo más recomendable es mantenerse protegido en casa. Las autoridades ya están muy ocupadas con la asistencia a damnificados, plan de vacunación y la atención misma a la creciente curva pandémica. Entre menos situaciones de riesgo adicionales se generen en estas semanas cruciales, más posibilidad tendrán los afectados por las dos crisis de ser atendidos oportuna y eficazmente. Ese es el principal mensaje en medio de las dos emergencias que atraviesa el país.