LOS países occidentales y Ucrania acusaron a las tropas rusas de cometer "crímenes de guerra" después de que se descubrieran fosas comunes con cientos de cadáveres en localidades cercanas a Kiev recuperadas por las fuerzas ucranianas.
Ucrania, que este fin de semana retomó el control de toda la región de Kiev a manos del ejército ruso, acusó a Moscú de una "masacre deliberada" en la ciudad de Bucha, a 30 kilómetros al noroeste de la capital.
Su presidente, Volodomir Zelenski, incluso acusó a Rusia de estar cometiendo "un genocidio" de civiles en su país.
"Esto es genocidio. La eliminación de toda la nación y el pueblo", dijo Zelenski, según una transcripción de la entrevista proporcionada por la cadena CBS.
"Somos ciudadanos de Ucrania y no queremos someternos a la política de la Federación Rusa. Esta es la razón por la que estamos siendo destruidos y exterminados", sostuvo Zelenski, al tiempo que enfatizó que “esto está sucediendo en la Europa del siglo XXI. Así que esta es la tortura de toda una nación".
Los socorristas locales encontraron ayer 75 cuerpos en una fosa común de esta localidad. También se hallaron los cadáveres de 410 civiles en otros territorios cercanos a Kiev retomados por las tropas ucranianas, informó la fiscal general ucraniana, Iryna Venediktova.
El sábado, periodistas de la AFP descubrieron unos 20 cadáveres esparcidos en una calle de Bucha y el alcalde de la ciudad Anatoly Fedoruk, informó que 280 cuerpos habían sido enterrados en fosas comunes.
Las imágenes dieron la vuelta al mundo y desencadenaron una serie de condenas a nivel internacional, así como llamados a endurecer las sanciones hacia Moscú.
"Inaceptables"
"Estoy profundamente impactado por las imágenes de civiles asesinados en Bucha, Ucrania", dijo el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
Según la organización internacional, que reclama una investigación independiente y preservar las pruebas, el descubrimiento de fosas comunes plantea serias dudas sobre posibles crímenes de guerra.
Sin embargo, la ONU también dijo que no se podía descartar que entre los cuerpos estuvieran los de "soldados ucranianos o rusos que murieron durante las hostilidades".
Reino Unido, Francia, Alemania, España, Italia y la Unión Europea (UE) expresaron su horror y pidieron que los responsables sean llevados ante el tribunal internacional de La Haya.
La CPI ya abrió recientemente una investigación por posibles crímenes de guerra cometidos en Ucrania, y algunos líderes occidentales, incluido el presidente estadounidense Joe Biden, calificaron al presidente ruso Vladimir Putin de "criminal de guerra".
También Estados Unidos y la OTAN se mostraron horrorizados y advirtieron que el repliegue de tropas rusas no implicaba el final de la violencia.
Los asesinatos de civiles en Bucha son "horribles" e "inaceptables", dijo el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, los calificó como "un puñetazo en el estómago".
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"Esta será la realidad cotidiana mientras continúe la brutalidad de Rusia contra Ucrania", agregó.
Reafirmó que Estados Unidos está ayudando a documentar posibles crímenes de guerra.
Rusia, en cambio, rechazó las acusaciones y aseguró que las imágenes de civiles asesinados eran una fabricación de Ucrania.
"Durante el tiempo en que esta localidad estuvo bajo control de las fuerzas armadas rusas, ni un solo residente local sufrió acciones violentas", dijo el Ministerio de Defensa ruso en un comunicado.
Sin embargo, los países occidentales piden que se endurezcan las sanciones hacia Moscú. "Más sanciones y ayuda de la UE están en camino", dijo el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, este domingo.
Negociaciones de paz
Sobre el terreno siguieron los ataques (ver nota anexa) mientras el principal enviado humanitario de la ONU, Martin Griffiths, buscaba en Moscú un alto el fuego en los combates.
El jefe de los negociadores rusos en las conversaciones de paz con Ucrania, Vladimir Medinski, elogió una posición "más realista" de Kiev, dispuesto bajo condiciones a aceptar un estatuto de neutralidad, como pide Moscú.
Medinski señaló que un proyecto de acuerdo adecuado no está aún listo para ser sometido a los presidentes de ambos países.
El gobierno ucraniano propone la neutralidad de Ucrania y renunciar a adherir a la OTAN, pero a condición de que su seguridad esté garantizada por otros países frente a Rusia.
También propone negociaciones para resolver el estatuto del Donbás ucraniano y de Crimea.
El jefe de los negociadores ucranianos, David Arakhamia, afirmó el sábado que Rusia había aceptado "oralmente" todas las posiciones ucranianas, "salvo en lo referente al tema de Crimea", territorio ucraniano anexionado por Moscú en 2014.
Arakhamia dio a entender que las conversaciones para poner fin a las hostilidades habían progresado considerablemente, pero Medinski aseguró "no compartir este optimismo".