EL NUEVO SIGLO: Arrancando la temporada gruesa de las festividades decembrinas y de cambio de año, ¿cómo está hoy la industria del turismo para afrontarla?

JOSÉ DUARTE: Si bien esperamos un mejor mes que otros meses del año, nosotros llegamos con una proyección que nos va a señalar un cierre de la ocupación promedio anual en el país, al menos dos puntos porcentuales por debajo del promedio registrado el año anterior y cerca de 4.6 puntos porcentuales por debajo del promedio de ocupación registrado en el año 2022.

Esto es importante decirlo porque, por supuesto, se suma a los indicadores que ya hemos conocidos sobre alojamiento y servicios de comida que está en términos negativos, casi que los últimos dos años los ingresos reales en donde de enero a septiembre veíamos nosotros una caída cercana a menos 6%, en donde la ocupación también creemos que va a terminar siendo afectada por un nivel de informalidad que sigue creciendo en el país y donde no se ha enfrentado con una política que promueva, por supuesto, una regla de juego claras y en donde estemos estimulando todos los tipos de alojamiento turístico.

Hoy, ya hay quienes cumplen con esta norma, pero la gran mayoría de lo que está surgiendo, estamos viendo que crece sin consideraciones del uso del suelo, sin consideraciones de la propiedad horizontal y mucho menos desde las cargas tributarias.

Ahí hay un reto enorme también en términos de seguridad en algunos territorios que puede desestimular la llegada de turistas y por supuesto puede generar pérdida de confianza en el desplazamiento nacional.

ENS: ¿Cuáles considera que van a ser los principales destinos de los colombianos en esta temporada alta?

JD: En términos de ocupación, eso podría responderse en términos de los destinos que mejores promedios de ocupación tienen para esta temporada y ahí tenemos destinos como evidentemente San Andrés y Providencia, Cartagena, en general el Caribe colombiano, el Eje Cafetero, tenemos algo del Tolima y el Alto Magdalena que, por supuesto, pueden significar para esta temporada unos mejores niveles de ocupación, incluyendo también al departamento de Antioquia o Medellín. Boyacá también tiene un comportamiento positivo favorable por además la oferta que se pone de presente para turistas nacionales e internacionales en esta temporada navideña.

Hay regiones que no están teniendo esos niveles de ocupación, pero que van a ver unos crecimientos importantes. Por ejemplo, en las proyecciones que hemos realizado vemos cómo los Santanderes podrían crecer más de un 4 o 5 puntos porcentuales en comparación con diciembre del año pasado, pero este es un promedio realmente bajo, que oscila cerca de un 42% de ocupación.

ENS: ¿Cree que un dólar que ha venido subiendo en las últimas semanas restringirá el turismo hacia el exterior y fortalecerá el del interior?

JD: En la medida en que esa TRM crezca o siga subiendo, que no creemos va a ser la tendencia, probablemente cierren el promedio anual cercano a unos 4.200 pesos en donde haya oscilado esa tasa de cambio, sí debemos decir que es tanto un estímulo para atraer más turistas internacionales, porque el país se vuelve mucho más competitivo, además con unos precios que ya perse hoy son bajos y muy competitivos en comparación con la región y en donde ellos tendrían mejor capacidad de consumo para venir a gastar acá en Colombia.

Uno esperaría que por supuesto estimule el consumo doméstico, sin embargo, esto también está contraído, tiene unas cargas tributarias, por ejemplo la del IVA del 19% que afecta en el bolsillo de los colombianos y unos niveles de incertidumbre que, por supuesto, también afectan esa disposición del gasto a nivel nacional. En algunos aspectos también afectan los cierres de vías que se presentan en algunos corredores viales, haciendo perder confianza y seguridad en el mismo desplazamiento.

ENS: ¿El hecho de que la temporada invernal haya cedido en las últimas dos semanas favorecerá el flujo de viajeros y turistas?

JD: Nosotros tenemos muchos corredores turísticos viales importantes de nuestro país. Hay montañas muy jóvenes que terminan sufriendo las consecuencias climáticas y ello produce deslizamientos que luego evitan el desplazamiento terrestre de nuestros turistas.

Eso evidentemente tiene un impacto en términos de ocupación y es mejor tener una temporada que no tenga esos cambios bruscos o esas consecuencias en términos de sus condiciones por lluvia, que puedan afectar el desplazamiento terrestre e incluso el aéreo, en donde también puede causar retrasos en las conexiones de los mismos pasajeros que tenemos por las terminales de transporte aéreo de nuestro país.

ENS: ¿Qué efecto podría tener si se extiende el paro de los trabajadores de Migración Colombia?

JD: Eso evidentemente tiene unas consecuencias desde la misma operación, desde la misma conexión, desde los vuelos que podrían perderse en nuestro país, pero también desde el mismo ingreso, si se quiere en este caso puntualmente de los turistas internacionales que tienen que hacer unos procesos migratorios y que terminarían viviendo jornadas más extensas en su proceso de ingreso formal y legal a nuestro país.

ENS: En general, ¿este ha sido un año bueno, regular o malo para el turismo?

JD: Este ha sido un año bastante regular, hemos venido planteando el cómo si bien el turismo internacional a la luz de los visitantes extranjeros que reportan Migración Colombia tiene un comportamiento de crecimiento positivo, hay que decir que si bien también ahí hay asociadas unas mejores divisas, que entran a la balanza exportadora en nuestro país; la relevancia y la importancia del turismo doméstico es mucho mayor y ese está contraído.

De ahí que nosotros hayamos planteado en múltiples oportunidades, la necesidad de estimular la demanda del hogar colombiano y tener, por ejemplo, tratos diferenciales por unos IVA exentos en nuestro país para movilizarse por todo el territorio nacional, pero entre otras incluyendo a las ciudades capitales, que son las que más se han venido afectando por el crecimiento de la informalidad que se facilita a través de distintas herramientas tecnológicas e incluso de redes sociales, en donde no hay filtros ni unos requisitos mínimos de verificación para que ellos puedan operar y ofrecer servicios turísticos sin impactar, evidentemente, el crecimiento sostenible de los entornos, de los empleos, los recaudos tributarios, etcétera.

Hay que seguir trabajando de la mano del Gobierno, de la mano del Congreso, nosotros no vamos a perder la esperanza de poder lograr políticas que conduzcan a señales claras que fomenten el sector, una de ellas que se está perdiendo y se perdió es darle la continuidad a una exención del pago a la sobretasa de la energía, que eso es un 20% adicional al costo de la factura que pagan hoy los alojamientos turísticos, puntualmente los hoteles.

El Gobierno y el Congreso tenían una oportunidad importante para darle continuidad a una medida que entre otras responde a la justicia, porque este es un cobro injusto que se le carga el sector simplemente porque se nos clasifica como otra actividad económica.

Hay muchísima ley desde los años 60 y a nivel global se reconoce este sector como la industria hotelera, entonces ahí hay que entender el impacto que esto tiene la operación, los costos del kilovatio, el precio que tiene la energía sobre un contexto muy competitivo que es toda la región y ahora sumarle un 20% más, eso evidentemente es muy duro para el sector en términos operacionales.

Esperamos que en ese mismo interés que tiene el Gobierno, el Congreso y todos los actores en lo local se empiecen a dar señales muy claras de apoyo a la formalidad y a nivelar la cancha del juego, no solamente desde estímulos desde el punto de vista tributario, desde esta exención del pago de la sobretasa de energía, sino también desde la inspección, vigilancia y control que deben ejercer las autoridades territoriales.