“USAID falleció este fin de semana por causas relacionadas con la administración”, dice, con frialdad, Dyta Vota, un empleado de la entidad que activamente ha denunciado el cierre temporal de la organización por decisión del gobierno de Estados Unidos. “Murió el 1 de febrero de 2025 por las heridas mortales causadas por las órdenes ejecutivas y las acciones del Departamento de Estado”, escribió.
Fundada en 1961 por Jhon F. Kennedy, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional ha dejado de existir. No hay rastro de ella por ningún lado: el sitio web está fuera de línea, el sistema de pagos está desconectado y su sede principal en Washington ha retirado los sellos de USAID.
Fusión, ¿disolución?
Todo comenzó este lunes, aunque ya se esperaba un cambio en su manejo luego que Donald Trump firmara una orden ejecutiva en su primer día de gobierno congelando por 90 días todos los pagos de USAID, mientras, dice la orden, se revisan si los fondos destinados por EE. UU., están siendo usados para el objeto para los cuales fueron aprobados. Unos días después, despidió a los altos funcionarios de carrera y luego a miles de funcionarios de nivel medio de USAID, revela The Wall Street Journal.
Los temores de su cierre se han hecho realidad. Este lunes, un correo fue enviado a todo el personal de USAID diciendo que la agencia había tomado la decisión de cerrar su sede principal. “Por orden de la dirección de la Agencia, la sede de USAID en el edificio Ronald Reagan de Washington D. C., permanecerá cerrada al personal de la Agencia el lunes 3 de febrero de 2025”, se lee.
El correo ha sido escrito por Gavin Kliger, cuyo perfil de LinkedIn le identifica como asesor especial del director de la Oficina de Gestión de Personal y que trabaja para DOGE, el departamento de eficiencia que lidera Elon Musk, quien ha dicho en la red X −de la que es dueño− que acabara completamente con USAID.
El mensaje de Musk no ha coincidido, sin embargo, con la postura del secretario de Estado, Marco Rubio. Desde que llegó al segundo puesto más importante de Estados Unidos, Rubio ha insistido que USAID debe reformarse y pasar al mando de la secretaría de Estado, sin que esto implique el fin de los programas de cooperación internacional que financia, principalmente en África y América Latina.
Cortar fondos
Según análisis de Lisanews, un portal de noticias geopolíticas, el África subsahariana podría sufrir más que cualquier otra región del mundo. Desde hace décadas, USAID financia proyectos para combatir el VIH e impulsar proyectos de desarrollo productivos. El año pasado, la agencia concedió más de 6.500 millones de dólares sólo en ayudas humanitarias.
En el caso de América Latina también se espera una reducción significativa en el apoyo financiero a proyectos en México, Colombia, Costa Rica y Ecuador, donde particularmente la agencia apoya temas en migración, seguridad y promoción de la democracia.
Este martes, la Secretaría de Estado publicó un comunicado en el que explica su postura sobre la agencia de cooperación. “USAID se ha desviado durante mucho tiempo de su misión original de promover responsablemente los intereses estadounidenses en el extranjero, y ahora está más que claro que partes significativas de la financiación de la USAID no están alineadas con los intereses nacionales fundamentales de los Estados Unidos”, dice.
Nombrado por Trump como administrador interino de USAID, Rubio, quien administrará USAID junto con Peter Marocco, también ha notificado al Congreso que se está llevando a cabo una revisión de las actividades de ayuda exterior de la agencia con vistas a una posible reorganización. “Hay muchas funciones de USAID que van a seguir formando parte de la política exterior estadounidense, pero tiene que estar alineada con la política exterior estadounidense”, dijo desde El Salvador, donde visitó al presidente Nayib Bukele para acordar el envío de presos que están recluidos en Estados Unidos a las cárceles salvadoreñas.
Sobre la fusión de USAID con el Departamento de Estado, o más bien su absorción, el exadministrador de la agencia durante el gobierno conservador de George W. Bush, Andrew Natsois, ha dicho que no tendría mucho sentido. “Son diferentes en todos los aspectos importantes: las tareas que realizan, lo que valoran, sus principios operativos y cómo llevan a cabo su trabajo son profundamente diferentes”, escribió en el Wilson Center, un centro de pensamiento. “La fusión de ambas instituciones sería comparable a la de Microsoft con ExxonMobil”, señaló.
La situación dentro de la agencia ha dejado ver que Rubio, por un lado, está al mando de la agencia y, por el otro, Musk, quien parece tener pocos límites dentro del gobierno, busca emplear una política de austeridad extrema acabando con USAID. Se trata de dos visiones divergentes.
Exmiembro del Comité Asesora para Asuntos Exteriores del Congreso, Rubio, en 2017, defendió a USAID y dijo que es uno de los ejes de la política exterior norteamericana y de la seguridad. De hecho, en un análisis en “Brookings Institute”, George Ingram, analista del instinto en temas de desarrollo y comercio internacional, ha explicado que la política de seguridad nacional se sustenta en los pilares de diplomacia, defensa y desarrollo, sobre los cuales USAID juega un rol predominante para la promoción y consolidación de estos pilares con aliados en todo el mundo.
China
Como con los aranceles, Pekín aguarda con cierta satisfacción las noticias que llegan desde Washington. No solo la imposición de tarifas de Estados Unidos a aliados estratégicos le beneficia, sino que el fin de USAID, o su congelamiento temporal, le abre un espacio importante para ampliar sus lazos comerciales en lugares del mundo donde han predominado los norteamericanos.
Ahora, Trump está enviando un mensaje claro a favor del aislacionismo de su país. Mientras, desde hace una década, China viene expandiendo su presencia mundial a través de la iniciativa de la Franja y la Ruta, con la ha apoyado con financiación proyectos de transporte, las telecomunicaciones y la energía.
En el caso latinoamericano, China ha apoyado la construcción de carreteras en Ecuador y Centroamérica, así como ha invertido en proyectos minero-energéticos en el cono sur.
Ante la ausencia de fondos de USAID, los proyectos de cooperación internacional en América Latina y África pueden ser la puerta para que China consolide su presencia en estas regiones estratégicas, especialmente en la primera, donde históricamente Estados Unidos ha tenido una presencia predominante.
Con ese escenario en mente, la nueva administración de Rubio de USAID puede que pondere la política de aislacionismo y austeridad de Musk, siempre y cuando Trump lo avale, lo que no parece.
* Analista y consultor. MPhil en Universidad de Oxford.