En los Campos de Marte y a los pies de la insigne Torre Eiffel, en donde el presidente Francés, Emmanuel Macron, emitió su discurso de victoria por haber sido reelegido por cinco años más para liderar el futuro de Francia y en gran medida de la Unión Europea, el mandatario reconoció la votación que obtuvo su contrincante, Marine Le Pen, a cuyos simpatizantes les envió un mensaje claro:
Prometió que le dará respuesta al descontento de todos aquellos que votaron por la derecha y la extrema derecha en Francia. "A partir de ahora ya no soy el candidato de un campo, sino el presidente de todos", comenzó diciendo el presidente Macron, quien obtuvo alrededor del 58% de votos en el balotaje.
Este porcentaje concedió a Macron 18,7 millones de sufragios, frente a los 13,2 millones obtenidos por Marine Le Pen, quien sumó alrededor del 41,45% de los sufragios.
Añadió que "la rabia y los desacuerdos que llevaron a muchos de nuestros compatriotas a votar hoy por la extrema derecha deben encontrar respuesta. Será mi responsabilidad y la de los que me rodean", agregó emocionado. No obstante, este era un mensaje pertinente fundamentalmente por dos razones:
La primera de ellas, que ganó, es cierto, pero con una diferencia menor a la que obtuvo en las elecciones de 2017, cuando derrotó a su rival de la Agrupación Nacional (RN) con el 66,1% de votos.
Y la segunda razón está relacionada con el resultado electoral de Le Pen quien, sin lugar a dudas, logró su mejor desempeño. De hecho, pese a las advertencias sobre el "peligro" extremista que su discurso representaba, así como los llamados a frenarla en el marco de los comicios, la ultraderecha no ha dejado de progresar en cada elección desde 2002 y con entre 41,8% y 42,4% de votos este ha sido su mejor resultado.
"El resultado representa en sí mismo una brillante victoria", dijo la heredera del Frente Nacional (FN) a sus decepcionados seguidores en su cuartel general. "Continuaré mi compromiso por Francia y por los franceses", agregó.
Ahora, ¿esto qué significará para Macron? EL NUEVO SIGLO habló con el doctor en derecho de la Universidad de París II y experto en política francesa Oswaldo Pérez, quien se refirió a cómo esto no se traducirá, por así decirlo, en una oposición férrea.
“En efecto, este ha sido el resultado más alto que ha obtenido el Frente Nacional. Sin embargo, ellos no tienen grupo parlamentario y no pueden ejercer una oposición concreta al gobierno. Tienen alcaldías, que son pocas, pero a nivel nacional ellos no pueden ejercer oposición porque, te repito, no tienen grupo parlamentario”, indicó ayer a EL NUEVO SIGLO el doctor en derecho de la Universidad de París II y experto en política francesa, Oswaldo Pérez.
Añadió, además, que como esta fue una elección presidencial y no legislativa “los grupos parlamentarios siguen siendo los mismos y Macron seguirá gozando de un relativo apoyo tanto en el Senado como en la Asamblea Nacional”, añadió.
No obstante, sí hay que tener en cuenta que contar con una mayoría parlamentaria será clave para que el presidente centrista complete su programa reformista, el cual dejó aparcado por un primer mandato marcado por las crisis: protestas sociales, una pandemia mundial con millones de personas confinadas y por supuesto la guerra en Ucrania.
Y eso considerando que, a partir de anoche, Francia entró en la campaña de las elecciones legislativas del 12 y 19 de junio, que en esta ocasión tiene visos de tercera vuelta.
Ahora, de acuerdo con el profesor Pérez, lo que sí es inquietante y algo a lo que Macron deberá prestar especial atención, y razón por la cual mandó el mensaje que mandó a los que votaron por Le Pen, es que “inquieta y es preocupante que haya tanto ciudadanos con tal tipo de inconformidad que votaron por Le Pen, pero que se eleve el nacionalismo es un fenómeno que se puede analizar a nivel de Europa como en Austria, en donde la extrema derecha está ganando mucha fuerza”.
Continuismo y apoyo a la UE
Un segundo mensaje claro que envió el presidente fue a la Unión Europea, pues el dirigente llegó a la Torre Eiffel con el himno europeo de fondo, a diferencia del 2017. En este aspecto, Francia optó por la continuidad con un dirigente europeísta, que además se convirtió en el primero en lograr la reelección desde 2002, cuando el conservador Jacques Chirac derrotó al padre de su rival de este domingo, el ultraderechista Jean-Marie Le Pen.
Las reacciones de los líderes europeos no se hicieron esperar. "Podemos contar con Francia cinco años más", dijo el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. Es un "voto de confianza para Europa", afirmó el canciller alemán, Olaf Scholz.
El triunfo de Macron aleja el proyecto de ruptura de la candidata de RN, de 53 años, que abogaba por excluir a los extranjeros de las ayudas sociales inscribiendo la "prioridad nacional" en la Constitución, abandonar el mando integrado de la OTAN, e incluso adelantar un Brexit francés.
Principales puntos de su programa
Con el nombre del inquilino del Elíseo claro, ¿cuáles son los principales puntos del programa de Macron para el próximo quinquenio?
Más liberal que en 2017, Emmanuel Macron quiere una Francia en donde "cada uno trabaje más", con una jubilación a partir de 65 años y un ingreso mínimo vital condicionado, pero promete a cambio lograr el pleno empleo.
El actual mandatario centrista también prometió rebajar los impuestos de las empresas en 10 mil millones de euros (casi 11 mil millones de dólares) si es reelegido, y que estas intervengan en sesiones de orientación en los colegios secundarios para recompensar a los profesores por méritos.
"Al mismo tiempo", abogará por una serie de medidas sociales como permitir a las parejas no casadas realizar una declaración conjunta de impuestos y aumentar a 1.100 euros la pensión mínima por una carrera completa.
Aunque una de sus medidas estrella es impulsar la energía nuclear para producir electricidad, también quiere desarrollar las renovables. Y otra de las propuestas que más llamó la atención fue la relacionada con la inmigración, tema en el que reforzará los controles fronterizos en la Unión Europea (UE), y en Francia acelerará los procedimientos de asilo y expulsará a los extranjeros que alteren el orden público.
Tras la proclamación de los resultados oficiales el miércoles, deberá asumir su nuevo mandato antes del 13 de mayo. Su primer ministro, Jean Castex, ya avanzó que presentaría su dimisión en los próximos días y abogó por dar un "nuevo impulso" a la presidencia centrista.
Por último, los datos del Ministerio del Interior sitúan la tasa de participación cerca del 72%, por lo que la abstención sería del 28%, la más alta desde 1969. De los 48,7 millones de votantes registrados, 13,6 millones no votaron. Asimismo, un 4,57% de los electores que sí participaron, votaron en blanco, mientras que un 1,62% corresponde a votos nulos.