El FMI aprobó un nuevo acuerdo por dos años a favor de Colombia en el marco de la Línea de Crédito Flexible (LCF), diseñada para la prevención de crisis, por US$9.800 millones (que equivalen a Derechos Especiales de Giro –DEG- por 7.155,7 millones).
De acuerdo con el organismo, “Colombia cumple con los criterios de acceso a la LCF en virtud de la gran solidez de sus fundamentos y marcos institucionales de política económica y su trayectoria de implementación de políticas muy sólidas y compromiso de mantener dichas políticas”.
Antes de la pandemia en 2020, Colombia había ido reduciendo gradualmente el acceso a los acuerdos en el marco de la LCF; el nuevo acuerdo continúa esta trayectoria, debería afianzar la confianza de los mercados y, sumado al cómodo nivel de reservas internacionales, servir de salvaguarda frente a los riesgos externos a la baja.
El directorio ejecutivo del Fondo tomó nota de que Colombia canceló el acuerdo previo, mientras las autoridades colombianas manifestaron su intención de asignar al nuevo convenio carácter precautorio.
Presiones
La LCF fue creada el 24 de marzo de 2009 como parte de una profunda reforma de los mecanismos de préstamo del FMI y permite a los países beneficiarios utilizar la línea de crédito en cualquier momento y está concebida para hacer frente de manera flexible a presiones de balanza de pagos reales y potenciales y para ayudar a apuntalar la confianza del mercado.
Colombia mantiene el acceso a la LCF desde 2009, y este es el noveno acuerdo del país en el marco de la LCF. Antes de la pandemia de 2020, había ido reduciendo gradualmente el acceso a estos mecanismos en el marco de la LCF.
Al término de las deliberaciones del directorio ejecutivo sobre Colombia, la subdirectora gerente y presidenta interina del Directorio, Antoinette Sayeh, dijo: “Colombia cuenta con fundamentos económicos muy sólidos y marcos de política anclados en un régimen de metas de inflación creíble, una sólida regla fiscal a mediano plazo, un tipo de cambio flexible y una eficaz supervisión y regulación del sector financiero. Las autoridades están firmemente comprometidas a mantener políticas macroeconómicas muy sólidas. Existe igualmente un amplio consenso sobre la necesidad de preservar la gran solidez de los marcos de política económica”.
Recuperación
Señaló la directiva que “Colombia también tiene una trayectoria de gestión macroeconómica muy sólida, que ha permitido a las autoridades responder de manera integral a la pandemia, promover una firme recuperación económica, seguir integrando a los inmigrantes venezolanos en la sociedad colombiana y respaldar los niveles de vida”.
Sostiene que “en el marco de la robusta recuperación en marcha, pero con riesgos inclinados a la baja, Colombia ha tomado medidas para normalizar las políticas desde una situación de crisis y gestionar el aumento de la inflación, fortaleciendo al mismo tiempo las finanzas públicas y reduciendo los desequilibrios externos. Además, las reservas internacionales siguen siendo adecuadas. El programa de reformas estructurales está orientado a fomentar el crecimiento inclusivo y sostenible y mejorar la competitividad externa”.
Afirma el FMI que “los riesgos no dejan de ser elevados pero la naturaleza de estos ha cambiado, debido, entre otros factores, a la mayor incertidumbre relacionada con la guerra en Ucrania y las presiones inflacionarias”.
Colombia sigue siendo vulnerable a factores externos, como el acusado aumento de las primas de riesgo a nivel internacional y otros shocks. “El nuevo acuerdo en el marco de la LCF afianzará la confianza de los mercados y proporcionará una salvaguarda adicional contra riesgos externos. Las autoridades tienen la intención de seguir asignando a este nuevo acuerdo carácter precautorio y de reducir progresivamente el uso de este instrumento, en la medida en que disminuyan los riesgos mundiales”, afirmó el organismo.