Una ópera que hace uso de la tecnología de animación digital en 3D, donde personajes reales y animados interactúan en escenarios proyectados por videomaping, es la propuesta que hace la compañía Ópera Quanta con la presentación de una adaptación de la obra maestra de Rossini, “El barbero de Sevilla”.
La compañía, liderada por Adriana Rojas, presenta a partir del 19 de mayo en el Teatro Libre de Chapinero una versión abreviada de esta ópera, la cual también contó con la dirección musical de Óscar Vargas y la dirección escénica de Natalia Campos.
EL NUEVO SIGLO habló con Rojas, quien detalló la concepción de esta propuesta de ópera contemporánea, las voces y el talento musical con el que contará esta puesta en escena y los paradigmas que está dispuesta a romper sobre este género lírico.
EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo surge la idea de fusionar la ópera con la tecnología de animación 3D?
ADRIANA ROJAS: Surge de los tiempos actuales y del interés nuestro de conectar la ópera con nuevos públicos, que están complemente ligados a las nuevas tecnologías y a nosotros nos encanta, en Ópera Quanta, estar explorando nuevas maneras de hacer llegar la ópera porque creemos que es un género que debería estar en el playlist de cualquier joven, al lado de Karol G y de cualquier otra manifestación popular o de música urbana.
Las nuevas tecnologías siempre han estado presentes en todas las puestas en escena de Ópera Quanta. Siempre nuestros escenarios han sido proyectados con videomaping y en esta ocasión adicionamos a la experiencia de nuestra ópera la presencia de algunos personajes en ilustraciones en 3D que van a estar en algunos momentos específicos alternados con personajes reales.
Es una apuesta en escena atrevida, audaz y pensada en que los tiempos actuales nos permiten romper esos paradigmas del pasado y atrevernos a hablar en los nuevos lenguajes tecnológicos y en que la tecnología sí tiene qué aportarle al mundo de la ópera.
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ENS: ¿Por qué elegir la ópera “El barbero de Sevilla” para esta nueva propuesta?
AR: “El barbero de Sevilla” es una ópera de Rossini, una comedia que ha sido representada innumerables veces en el mundo por su altísimo contenido musical y la calidad de la producción y composición de Rossini.
Nosotros creemos que la ópera está entre nosotros y que para la gente es muy familiar el “Fígaro, Fígaro, Fígaro”, que es justamente el personaje principal de esta ópera. Entonces para el mundo de la cultura, de la ópera y para cualquier persona, la historia de “El barbero de Sevilla” es común, divertida, fácil de entender y es una apuesta para abrir al nuevo público este espacio de la ópera.
Esta obra es una puerta de entrada genial para que públicos nuevos se acerquen a la ópera y entiendan que sí es para ellos este género musical.
ENS: ¿Qué elementos tendrá esta adaptación?
AR: Esta es una versión abreviada de la ópera de “El barbero de Sevilla”. Esta obra tiene desde el comienzo a un narrador, que es Andrés Ospina, un escritor talentoso que va a estar explicando qué es lo que estará viendo el público, qué es lo que pasa en la historia, está adelantando parte de la historia y nos está acompañando a lo largo de la ópera para que la veamos de una forma diferente.
Otro elemento es el talento joven que tenemos en esta puesta en escena, desde el director musical, que es el maestro Óscar Vargas; la directora escénica que es Natalia Campo, que también ha hecho música y es una cantante muy buena; hasta los protagonistas, que son Edwin Barrera, que es un barítono, y una mezzosoprano que es Daniela Rivera, quien hace de Rossina, junto con Manuel Franco. Ese talento musical es uno de los grandes componentes que tiene esta ópera. Es una puesta en escena hecha por gente joven para todo el público.
ENS: ¿Qué tanto los colombianos consumen ópera?
AR: Desde mi experiencia y desde lo que muestran los estudios que ha realizado el Ministerio de Cultura, el número de colombianos que por su propia decisión se presenta o busca espectáculos de ópera es bastante reducido para el que debería ser, con excepción de los festivales al aire libre que hay anualmente. El público de la ópera ha sido tradicionalmente un solo público.
Por eso creemos que hay una oportunidad inmensa de que cualquier público entienda que sí puede disfrutar de la ópera y que sí es un género que es fácil de comprender, que no requiere conocimientos para disfrutarlo y que podemos, a través de esta puesta en escena de Ópera Quanta, hacer que de nuevo el público viva de una forma diferente la ópera y entienda que si quiere puede llegar a asistir mucho más a nuevas óperas. Creo que esa es la manera de romper esos paradigmas de que esto es para unos pocos.
ENS: ¿Por qué decidió apostarle a la dirección de ópera y de artes escénicas?
AR: Desde muy pequeña tuve el privilegio a estar ligada a las artes escénicas, puntualmente al canto y al teatro. A mí me inspiró mucho el maestro Ramón Calzadilla, uno de los grandes maestros de técnica vocal y de canto con el que contamos en algún momento aquí en Colombia. Yo estudié con el maestro un tiempo y él me mostró el mundo de la ópera.
A partir de él y del talento que vi en los jóvenes que estaban empezando a salir de las universidades, pensé que esta sería la forma en que se conectara mi carrera como artista y mi gusto por la voz humana con todas las cosas. Entonces dije que eso era lo que quería hacer, creando experiencias, formas de que la gente pueda disfrutar este género y pueda llegar a saber que es para todos. Creo que hay una oportunidad inmensa de que la ópera forme parte de la playlist de todos.